ALICANTE. De verdad, no lo puedo evitar. el cine de terror es mi género favorito y cuando veo a gente joven con talento sobresaliente realizar filmes sorprendentes, que son homenajes y puro amor al género, siento un calambre que me sube por la espalda. Cuando vi Ciencia ficción (2014) me quedé noqueado, no solo por la trama sino porque su director, el alicantino Pablo Riquelme, era muy joven. Delante de mis ojos tenía un cortometraje divertido y deudor del mejor cine de terror con monigotes. Riquelme, que ahora vive en Estado Unidos, ha seguido desarrollando su carrera en el cine, siempre con más de medio cuerpo en el lado del cine de género. Algo que se agradece.
Como esto va de cine, retrocedamos en el tiempo. La noche de Norman (2007) fue el primer corto que Riquelme movió por festivales, desde su Orihuela natal. “Después de rodar muchos, muchos cortos con mis hermanos (ellos con tan solo seis años se convirtieron en mis actores principales), decidí que era hora de dar un salto y probar con festivales”, comenta el relizador. “Hasta ese momento todo lo que rodé se estrenaba en mi círculo privado: familia y amigos. Pero llega un momento en el que sientes que estás preparado para algo más grande, así que escribí La noche de Norman, probé suerte, y calló la selección. Cinema Jove de València se convirtió así en mi comienzo dentro de la industria española”, recuerda.
Es verdad que eventos como Cinema Jove son necesarios, ya que potenciar el talento joven es vital para que permanezca la industria. Muchos directores dieron sus primeros pasos en dicho festival. Sin ir más lejos, Santiago Segura. “Recuerdo con mucho cariño mi paso por ese festival. Primero como actor en La noche del monje y años después como director. Allí tuve la suerte de conocer a grandes personas que me ayudaron mucho en mi carrera, como por ejemplo Rafa Maluenda, presidente del festival por aquel entonces”, rememora Riquelme.
Sin embargo, antes de escribir o dirigir una película tiene que llegar el gusanillo del séptimo arte, ese que te atrapa en una galaxia muy muy lejana o con unos niños volando en bici. “Mis padres fueron los que me llevaron al cine por primera vez para ver El rey león. Yo sólo tenía cinco años. Así que es imposible no culparles”, dice. Todos comenzamos con alguna película infantil, hasta que vamos definiendo nuestros intereses. “Después me obsesioné con la película Tiburón, que siempre veía en la televisión. Mi padre siempre trataba de grabarla para mí cuando la pasaban en la tele pública, pero tras varios intentos fallidos (siempre la cogíamos a mitad), acabó comprándome el VHS. Tuve todo el apoyo que se puede esperar de unos padres”, apunta el oriolano.
Es de suma importancia ese amor por el cine por parte de los padres en la carrera de muchos cineastas. “Ellos me dejaron ser quien yo quería ser. Confiaron en mí y al final fueron ellos los que me animaron a seguir mi camino como cineasta y no desviarme de mi sueño. De hecho, mi familia entera se hizo participe de mi carrera. Desde mis padres, a mis abuelos, pasando por primos, tíos, hermanos y amigos. Me acompañaron a festivales de cine, participaban en mis rodajes, actuaban, hacían los bocadillos cuando era necesario, me guiaban para tomar buenas decisiones…”.
Un cortometraje de Pablo Riquelme ha dado, literalmente, la vuelta al mundo: Dead flowers (2016) ha recorrido festivales y se ha plantado en Amazon Prime. Algo que ha conseguido por un guión inquietante y una dirección muy acertada. “Siempre he intentado que cada proyecto en el que decido trabajar tenga algún elemento nuevo para mí. En el caso de Dead flowers fue rodar en inglés. Yo estaba a punto de mudarme a California (Los Angeles) y aún no había rodado nada en inglés. Los ilicitanos Stephen R. Scott y Víctor Mondéjar, quienes habían sido compañeros míos de clase en Ciudad de la Luz, me llamaron un día y me dijeron si me interesaría dirigirla”. De repente, el proyecto creció. “Después tuvimos la inmensa suerte de poder contar con el prestigioso actor de Los Angeles Anthony Nikolchev, quien posteriormente fue multi premiado por su labor como actor en este trabajo. El recorrido por festivales de Dead flowers fue increíble. Multitud de premios en todo el mundo, desde Alicante hasta la India, pasando por Hollywood. Sin duda, un sueño hecho realidad que ha visto su culminación en la adquisición por parte de Amazon para el catálogo internacional de Amazon Prime”, sentencia.