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Alicante mantiene el pulso económico, pero con debilidad estructural y "crecimiento sin distribución"

El Informe de Coyuntura de Ineca del segundo trimestre de 2025 advierte de que la provincia necesita "una reorientación estratégica" hacia sectores con mayor valor añadido

  • Panorámica de la playa de Poniente de Benidorm.
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ALICANTE. La economía de la provincia de Alicante mantiene el crecimiento en el segundo trimestre de 2025, aunque los efectos de la mejora no alcanzan por igual a empresas y familias. Así lo recoge el último Informe de Coyuntura Socioeconómica elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), que advierte de un escenario de "crecimiento sin distribución", en palabras de su director de Estudios, Francisco Llopis, donde la actividad avanza en las cifras pero no se traduce en bienestar generalizado.

Según el documento, el Indicador Ineca se sitúa en 1,2 puntos, un valor positivo pero inferior al trimestre anterior y condicionado por un cambio fiscal temporal que infló la recaudación del IRPF. Descontado ese efecto, el informe apunta a que el crecimiento real se encuentra en niveles muy bajos, cercanos al límite del ciclo expansivo provincial.

Como de costumbre, más empresas, pero con poco capital

Alicante ha sumado en el trimestre 1.937 nuevas sociedades, un incremento del 21,1% interanual, por encima del promedio nacional del 16,3%. Sin embargo, el capital medio de constitución se reduce a 27.243 euros, apenas el 61% de la media española, lo que sitúa a la provincia en el puesto 35 del país. A la vez, las disoluciones de sociedades crecen un 6,4%, evidenciando, según Llopis, que "muchas de estas empresas nacen sin músculo financiero y con baja capacidad de supervivencia".

El presidente de Ineca, Nacho Amirola, ha asegurado que la provincia "mantiene un dinamismo fundacional importante, pero con una profunda fragilidad estructural". A su juicio, es necesario "apostar por proyectos más sólidos y con mayor capitalización" para consolidar empleo estable y empresas competitivas.

El empleo crece, pero se fragmenta

En el ámbito laboral, Alicante alcanza un récord histórico de afiliación con 597.378 trabajadores por cuenta ajena, tras 52 meses consecutivos de crecimiento positivo. No obstante, la provincia pierde peso relativo en el conjunto nacional y muestra una menor capacidad para generar empleo asalariado. El régimen de autónomos, en cambio, crece un 2,4% y suma 155 meses seguidos de avances por encima de la media de España.

"Estamos viendo cómo el autoempleo se consolida más por necesidad que por oportunidad", ha explicado Llopis, que interpreta este fenómeno como reflejo de un tejido empresarial fragmentado y con escasa escala. Según el informe, Alicante ocupa el puesto 47 nacional en base media de cotización, lo que revela la persistencia de salarios bajos. Mientras, el paro registrado se reduce un 5,4% en el trimestre, con 118.465 desempleados, y la tasa de paro se sitúa en el 12,18% según la Encuesta de Población Activa. La cifra representa la mejor desde 2010, aunque la provincia continúa entre las que concentran mayor desempleo relativo.

En cuanto depósitos bancarios, el dato actualizado del Banco de España para la provincia de Alicante deja ver que este año es de 42.014 millones. 

Exportaciones en ascenso pese al freno del calzado

En el frente exterior, el informe destaca un aumento de las exportaciones del 2,1% anual, que contrasta con la ligera caída nacional del -0,4%. Las frutas y hortalizas consolidan su liderazgo con más de 700 millones de euros en ventas, compensando el retroceso del sector del calzado, que se mantiene estancado. Las importaciones aumentan un 4,6%, con una cuarta parte procedente de China, lo que reduce el saldo comercial un 7,4% trimestral y un 1,3% anual.

Llopis ha apuntado que "el sector agroalimentario está sosteniendo la balanza comercial provincial y evitando un mayor deterioro de la competitividad exterior", aunque advierte que el peso industrial sigue siendo limitado y dependiente de pocos productos.

Turismo internacional en alza, nacional en retroceso

El turismo continúa siendo un pilar de la economía alicantina. En el primer semestre del año, las pernoctaciones de turistas extranjeros aumentan por encima de la media nacional, lo que permite compensar la caída del 6,5% en las estancias de viajeros españoles. El balance global de pernoctaciones se incrementa un 0,5%, mientras el turismo rural mantiene una aportación mínima y con tendencia descendente. El aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández mantiene un crecimiento constante de tráfico internacional, consolidando la posición de la provincia como destino de referencia fuera del mercado doméstico.

El sector inmobiliario muestra signos de agotamiento

La construcción atraviesa una fase de cambio. Los visados de obra nueva descienden un 10,4%, frente al aumento nacional del 2,9%, y las compraventas de viviendas experimentan su primera caída interanual tras cinco trimestres al alza. Pese a ello, los precios continúan subiendo a ritmos elevados, con un incremento del 9,7% anual. Las ventas a extranjeros residentes ascienden a 401,4 millones de euros, un 5,9% más, pero pierden cuota respecto al conjunto del país.

Para Llopis, estos datos confirman "una desaceleración clara del mercado, con precios tensionados y un descenso en el número de operaciones", lo que refleja un posible agotamiento del ciclo inmobiliario.

Una renta per cápita aún por debajo del promedio nacional

El informe recuerda que la renta per cápita de Alicante, con 23.507 euros en 2023, representa el 75,9% de la media nacional, pese a haber mejorado dos posiciones respecto al año anterior. Esta brecha equivale a 7.469 euros menos que el promedio del país y más de 19.000 euros respecto a Madrid, la provincia con mayor nivel de renta.

Tanto Amirola como Llopis coinciden en que la provincia necesita "una reorientación estratégica" hacia sectores con mayor valor añadido y proyectos empresariales más sólidos. "La clave es pasar de crecer en número a crecer en calidad", ha concluido Llopis, al presentar un informe que refleja una economía que avanza, pero que todavía no logra que ese avance se traduzca en prosperidad compartida.

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