ELCHE. La emblemática marca de moda femenina ilicitana Valentina, (o La Tienda de Valentina) que llegó a ser un referente del éxito en el comercio electrónico en España, salió este verano a subasta pública tras el colapso de su sociedad matriz, Teaser Marketing Online, SL. Después de este movimiento, el cierre de Teaser Marketing Online SL ha seguido avanzando en su fase final desde el momento en el que se declaró en concurso de acreedores con liquidación el pasado mes de enero. El procedimiento, tramitado ante el Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Alicante con sede en Elche, ha revelado una deuda acumulada superior a los 3,2 millones de euros y ha dejado más de mil acreedores repartidos entre entidades públicas, bancos, proveedores, clientes y empleados.
El proyecto, que tuvo su origen en Elche en 2015 como un ecommerce de moda femenina, experimentó un crecimiento notable hasta alcanzar cifras de facturación cercanas a los 9 millones de euros. En su momento más álgido, llegó a contar con más de 60 empleados y presencia física en ciudades como Valencia, Oviedo, Zaragoza o Bilbao. No obstante, las pérdidas acumuladas entre 2021 y 2023 y la imposibilidad de cumplir el plan de reestructuración aprobado en 2023 forzaron la solicitud de concurso voluntario en noviembre de 2024, seguida de la declaración judicial el 13 de enero de 2025.
Desde entonces, la sociedad ha cesado completamente su actividad y se encuentra bajo administración concursal. La mercantil Azpal Administradores Concursales asumió la gestión del proceso con la apertura directa de la fase de liquidación. El informe concursal presentado en marzo no recibió impugnaciones y sirvió como base para la elaboración de los textos definitivos, inscritos en el Registro Público Concursal el 13 de junio de 2025.
Un proceso sin reversión: suspensión de actividad y disolución
La administración concursal confirmó en su informe que la sociedad no cuenta con bienes inmuebles ni establecimientos abiertos. Solo mantiene como activo el domicilio social en régimen de arrendamiento en Elche Parque Empresarial. La actividad comercial había cesado completamente en el momento de la declaración de concurso. El listado de acreedores refleja la complejidad de la situación financiera, con compromisos pendientes tanto con entidades privadas como públicas.
Entre los acreedores figuran la Agencia Tributaria, con una deuda reconocida superior a los 1,75 millones de euros, y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, con más de un millón de euros. Las entidades financieras BBVA, Banco Sabadell y CaixaBank suman de forma conjunta más de 700.000 euros en créditos reconocidos.
También se han registrado más de 330.000 euros en concepto de reembolsos y cupones pendientes a clientes, así como más de 170.000 euros en créditos laborales, incluyendo indemnizaciones y salarios no abonados.
El informe también detalla la inclusión de nuevos créditos tras la presentación inicial, derivados de procedimientos judiciales en curso, especialmente de ámbito laboral. Aunque estos ajustes fueron incorporados a los textos definitivos, no afectaron al inventario de activos.
La marca 'Valentina' sale a subasta
En paralelo al proceso judicial, como ya contó este medio, la administración concursal inició la subasta pública de la marca comercial 'Valentina', uno de los activos con más visibilidad del proyecto. Registrada oficialmente en enero de 2020, la marca está protegida bajo distintas clases comerciales que abarcan desde prendas de vestir y calzado hasta productos cosméticos, de imprenta y marroquinería.
La subasta se realizaba a través de la plataforma IAG Auction, y estaba abierta entre el 14 y el 30 de julio de 2025. Esta acción busca liquidar uno de los últimos activos intangibles de la empresa y representa una oportunidad para posibles inversores del sector interesados en relanzar una marca con amplio reconocimiento entre el público femenino español.
La firma ilicitana Valentina se había consolidado durante años como un referente en el ecommerce nacional gracias a su enfoque directo al consumidor, su estrategia digital centrada en redes sociales y su posicionamiento accesible con tallajes amplios. No obstante, la apuesta por el retail físico supuso una carga estructural que, junto con el impacto de la pandemia y los cambios en los hábitos de consumo, acabaron afectando de forma decisiva a la viabilidad del negocio.
Liquidación sin reversión
A día de hoy, el proceso judicial continúa en fase de liquidación y la empresa se encuentra completamente inactiva. Las posibilidades de reactivación del negocio original quedan descartadas, y toda resolución pendiente se orienta a la extinción definitiva de la sociedad y la liquidación de los activos disponibles para hacer frente a las deudas reconocidas. Con la subasta de la marca, se abría una nueva etapa para este activo, ahora desligado de su estructura original, que busca un nuevo propietario capaz de explotar su valor simbólico y comercial en el mercado.
