ELCHE. En el día a día, las organizaciones sociales, fundaciones y ONG afrontan una realidad compleja en la que mantienen en marcha su labor humanitaria mientras deben aseguran la estabilidad económica para su funcionamiento. La atención a personas en riesgo, la inclusión laboral, la educación o la investigación exigen estructuras profesionales y sostenibles, pero las vías de financiación -subvenciones, conciertos, donaciones o proyectos competitivos- a veces carecen de regularidad y pueden llegar con retraso. Para sostener su actividad, las entidades del tercer sector combinan gestión social con estrategia económica, apoyándose en alianzas público-privadas y en asesoramiento técnico especializado. En ese marco, GSM&B, consultora que este año celebra cinco décadas de existencia, trabaja junto a asociaciones y fundaciones locales en materia de gobernanza, fiscalidad y planificación financiera.

Con esa realidad como punto de partida, el Centro de Congresos 'Ciutat d’Elx' ha acogido la jornada 'El futuro del tercer sector: gobernanza, financiación y otros retos', organizada por GSM&B. Han participado representantes de seis entidades de referencia, como Cruz Roja Elche, Fundación Elche Acoge, Fundación Salud Infantil, Fundación Juan Perán-Pikolinos, Adis Crevillent y la Fundación Universitas Miguel Hernández (UMH), para analizar sus modelos de financiación, sus métodos de trabajo y los desafíos que afrontan.

Laura Vicente: la gestión como herramienta de estabilidad

La socia ejecutiva de GSM&B, Laura Vicente, abría la jornada destacando la diversidad de estructuras que conviven en el tercer sector, que pasan por fundaciones con respaldo empresarial o universitario hasta asociaciones nacidas del impulso vecinal. Además, pone el foco en la importancia de la profesionalización y la transparencia en la gestión y recuerda que "cada entidad, grande o pequeña, necesita conocer sus obligaciones, sus recursos y sus oportunidades". Vicente mantiene que el trabajo de la consultora se centra en acompañar a las fundaciones en su organización administrativa, laboral y fiscal, garantizando el cumplimiento del régimen jurídico y la sostenibilidad de sus proyectos.

Jessica Piñero: investigación y atención en la Fundación Salud Infantil

Desde la Fundación Salud Infantil, la responsable del equipo técnico del Centro de Neurodesarrollo Infantil y Atención Temprana, Jessica Piñero ha puesto sobre la mesa que la entidad ha pasado de ser un pequeño centro de atención temprana a convertirse en una organización sociosanitaria con proyección investigadora. Atiende a niños con discapacidad y sus familias y combina distintas fuentes de ingresos: subvenciones públicas, conciertos con administraciones, autofinanciación y colaboración con empresas locales.

En este sentido, la fundación atiende cada año a más de 500 familias y trabaja con una plantilla multidisciplinar de psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales. También menciona la puesta en marcha de proyectos de formación para profesionales en atención temprana, financiados parcialmente mediante cuotas y colaboraciones con centros sanitarios.

Piñero destaca la creación de una cátedra universitaria como nuevo modelo de financiación que les garantiza cinco años de proyectos de investigación y contratación de personal científico. Este modelo, fruto de una alianza entre la fundacióny más organizaciones les permitirá fortalecer su línea de investigación en neurodesarrollo. La entidad ultima además la apertura de su Centro de Investigación en Neurodesarrollo, financiado por el Ayuntamiento de Elche y la Diputación de Alicante, que se convertirá en un espacio de referencia en la atención infantil y la investigación aplicada.

Trini Urbán: la respuesta social de Elche Acoge

La coordinadora de Fundación Elche Acoge, Trini Urbán, relató los orígenes de la entidad, nacida hace más de tres décadas a partir del compromiso de vecinos que ofrecieron apoyo a personas migrantes sin recursos, sobre todo, tras la iniciativa de Rita Coves, fundadora, que abrió en principio las puertas de su casa, por lo que el proyecto se conocía popularmente como "La casa de Rita".

En la actualidad, la fundación cuenta con equipos técnicos especializados en acogida, vivienda, protección internacional, formación y empleo, y un patronato que marca su estrategia de actuación. Su financiación combina subvenciones públicas, programas europeos, conciertos sociales y colaboración privada, aunque Urbán reconoció que las convocatorias “a menudo no se ajustan a los tiempos del trabajo social”, lo que obliga a iniciar proyectos antes de disponer de los fondos.

Además de su trabajo en acogida y protección, Urbán destacó que la entidad mantiene más de 80 voluntarios activos y atiende cada año a unas 2.000 personas a través de distintos programas de acompañamiento social, jurídico y formativo. Explica que gran parte de su esfuerzo se centra en la regularización documental y la inserción laboral de personas migrantes, "una tarea lenta que requiere continuidad y apoyo técnico".

La fundación gestiona proyectos cofinanciados por el Ministerio de Inclusión y la Unión Europea, pero su estructura, afirma, "se sostiene gracias a la implicación de su equipo y a la colaboración estable con empresas locales que aportan recursos o formación". Urbán destaca la importancia del arraigo comunitario. "Somos una fundación pequeña, pero con presencia en los barrios y en contacto directo con las familias".

Entre sus próximos pasos, la fundación ampliará su oferta formativa homologada por Labora y consolidará su programa de atención a mujeres víctimas de trata y explotación, con financiación específica lograda este año.

Antonio Ramón Guilabert: la fuerza de la colaboración en Cruz Roja

El presidente de Cruz Roja Elche, Antonio Ramón Guilabert, repasó los 116 años de historia de la organización en la ciudad. Como tantas otras, la asamblea local forma parte de una red global con presencia en 191 países y explicó cómo su estructura, basada en el voluntariado, permite atender cada año a unas 8.000 personas en situación de vulnerabilidad.

Su modelo de financiación combina donaciones de socios, campañas propias como la lotería o el Día de la Banderita, convenios con instituciones y servicios contratados, como la asistencia sanitaria en eventos deportivos. Y es que, Guilabert añade que la organización desarrolla unos 80 proyectos distintos en Elche, desde programas de salud y juventud hasta formación profesional y atención a la dependencia. Recalca que la colaboración de empresas ilicitanas permite mantener la respuesta en emergencias locales y que la formación en competencias laborales es una de las líneas que más crece en la asamblea.

Entre sus iniciativas más recientes, Guilabert mencionó el convenio con el Ayuntamiento de Elche para combatir la soledad no deseada y los programas de formación y empleo con apoyo de la Generalitat Valenciana y empresas locales, que facilitan la inserción laboral de jóvenes y personas migrantes. La organización cuenta con más de 500 voluntarios activos y una red de empresas colaboradoras que permite mantener sus programas de ayuda y formación.

María Bernabeu: la Fundación Juan Perán-Pikolinos, donante y coordinadora de proyectos

La directora general de la Fundación Juan Perán-Pikolinos, María Bernabeu, explicaba que la entidad canaliza la acción social del grupo empresarial y actúa como fundación donante. Su misión es apoyar a otras organizaciones en cuatro áreas: social, cultural, deportiva y de progreso.

Su presupuesto procede principalmente de la aportación anual del grupo Pikolinos, que se distribuye a través de dos convocatorias públicas de ayudas en las que participan más de un centenar de proyectos. El proceso incluye un análisis técnico del equipo y la decisión final del patronato.

Bernabeu describe cómo la fundación mantiene un seguimiento técnico de todos los proyectos subvencionados y que parte de su presupuesto se destina a programas plurianuales de apoyo continuado, especialmente en el ámbito de infancia y discapacidad. También recordó que la entidad participa en la Mesa del Tercer Sector de la Comunitat Valenciana, donde comparte experiencias de gestión con otras fundaciones.

Además, ha puesto de relieve la responsabilidad que implica "valorar cada propuesta y decidir el destino de los fondos". Además, valora la colaboración con otras fundaciones locales en el proyecto Cestas Solidarias, que canaliza aportaciones de toda la provincia para familias en situación de vulnerabilidad.

Begoña Galiana: el conocimiento como motor de sostenibilidad

La representante del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández, Begoña Galiana, presentó el modelo de la Fundación UMH, creada en 2005 para conectar universidad, empresa y sociedad.

Con más de 45 profesionales, la fundación impulsa startups y spin-offs derivadas de proyectos universitarios, y promueve la transferencia de conocimiento hacia el tejido empresarial. Galiana añade que el Parque Científico trabaja actualmente con más de 1.200 proyectos de emprendimiento y que la fundación se apoya también en la participación de patronos empresariales, que aportan orientación estratégica y conexión con el mercado laboral para egresados y startups.

Su estructura financiera combina aportaciones de la universidad (65% del presupuesto), servicios contratados (25%) y subvenciones o fondos europeos (10%).
Galiana señaló que el reto actual es ampliar instalaciones y reforzar la red de parques científicos de la Comunitat Valenciana, garantizando la continuidad de los programas de emprendimiento y aceleración empresarial que hoy benefician a más de un centenar de proyectos activos.

La evolución de Adis Crevillent y su modelo de concierto social

La representante de Adis Crevillent, Alejandra, recordaba que la asociación nació en 1978 impulsada por familias del municipio que buscaban una educación y atención digna para sus hijos con discapacidad.

Empezaron en locales cedidos y con personal voluntario, financiándose mediante rifas y donativos. En 1991 inauguraron el Centro Ocupacional, y en 2009 la residencia para 30 personas, consolidando una plantilla de 50 trabajadores. De este modo, explica cómo la asociación ofrece servicios de terapia ocupacional, logopedia, fisioterapia y atención psicosocial, además de programas de inserción laboral en colaboración con empresas del municipio. Subrayó que el apoyo a las familias es un eje central de su trabajo y que buena parte de la financiación obtenida se destina a mantener ese acompañamiento.

Actualmente, la financiación llega a través del modelo de concierto social con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que fija un precio público por plaza y permite cubrir los costes de los centros. Entre sus planes de futuro destacan la creación de una vivienda tutelada, la modernización del centro ocupacional y la ampliación de programas para familias, con el objetivo de mejorar la autonomía y la integración de sus usuarios.

Un cierre compartido: cooperación y sostenibilidad

La jornada concluyó con un mensaje común sobre la necesidad de estabilidad financiera, profesionalización y colaboración entre administraciones, empresas y entidades sociales. Todas las organizaciones coincidieron en que la fortaleza del tercer sector reside en su capacidad para adaptarse y responder allí donde las administraciones no llegan. Como resumió Antonio Ramón Guilabert, de Cruz Roja, "hoy ayudamos a otros, pero mañana cualquiera puede necesitar ayuda".