ALICANTE. El restaurante El Maestral, en Alicante, ha acogido la asamblea extraordinaria de la Asociación de la Empresa Familiar de la Provincia de Alicante (Aefa), acompañada de dos diálogos de fondo que completaban la jornada. Uno de ellos sobre fiscalidad y seguridad jurídica, con la especialista fiscal Sonia Díaz, de Cuatrecasas, y otro sobre talento, propósito y nuevas generaciones, con el experto en talento Rubén Montesinos. Aefa celebraba dos asambleas extraordinarias en las que ha aprobado la modificación de sus estatutos y la renovación parcial de su junta directiva. El principal cambio fue la incorporación de una segunda vicepresidencia para adaptar la estructura al crecimiento de la entidad, además de la entrada de nuevos miembros que refuerzan la diversidad generacional y territorial.

La fiscalidad, un laberinto en busca de seguridad jurídica

La primera en intervenir fue Sonia Díaz, socia de Cuatrecasas, inspectora en excedencia y exdirectora de la Agencia Tributaria Valenciana. Su conversación con la presidenta de Aefa, Maite Antón arrancaba con una explicación de cómo se gestaron los últimos cambios normativos en sucesiones y donaciones, y de por qué la colaboración entre técnicos y entidades como Aefa fue decisiva en 2022, según Díaz, "para corregir errores que perjudicaban directamente a la empresa familiar". Díaz recordó la vuelta a la bonificación del 99% y señaló que aún quedan "cabos sueltos" que deben resolverse para garantizar seguridad jurídica.

La charla avanzó hacia cuestiones especialmente sensibles para las compañías familiares como la exclusión histórica de las holdings en la normativa valenciana (una anomalía, explican, respecto al régimen estatal), la interpretación de la tesorería como activo afecto y el papel de la inspección, "que casi siempre entra cuando ya rozan los plazos de prescripción". Díaz insistió en que la empresa debe documentar su planificación financiera "en tiempo real", para evitar problemas cuando la administración solicite justificar inversiones o reservas de liquidez. También advirtió sobre la "amenaza" de una armonización estatal en sucesiones y patrimonio que podría neutralizar avances autonómicos. Y aseguró que "el contribuyente que viene a preguntar es quien quiere hacer las cosas bien; el que quiere engañar no pregunta".

Cómo convertirse en un imán para el talento joven

Tras la pausa, el tono cambió por completo con la intervención de Rubén Montesinos, experto en talento y gestión de personas, que encaró su charla desde una perspectiva humana y emocional. Comenzó con la historia de su padre, empresario del calzado, "gran emprendedor pero mal empresario", capaz de detectar oportunidades pero "no era capaz de rodearse de las personas adecuadas". Esa experiencia, confesó, fue la que lo llevó a entender que "la única ventaja competitiva de una empresa son las personas" y que, sin ellas, cualquier compañía no es más que un edificio vacío.

Montesinos dibujó un escenario laboral transformado por la globalización, la inteligencia artificial, la caída de la natalidad y el cambio radical en las expectativas de los jóvenes. "Hace veinte años era más sencillo dirigir personas", admitió, antes de introducir el concepto de "empresa magnética". La de compañías que atraen talento, fidelizan a quienes encajan y repelen de forma temprana a quienes no lo hacen, evitando errores de selección costosos. Ilustró esta idea con el ejemplo de Zappos, que muestra su cultura interna para filtrar desde el principio a sus posibles candidatos. "Si te gusta, ven; si no, ni lo intentes".

El experto describe cómo la confianza en los mensajes corporativos ha desaparecido. Hoy vivimos en la "era Tripadvisor", dijo, donde trabajadores y candidatos se guían por opiniones, valoraciones, fotografías reales y testimonios. Apuntó además que no gana el mejor, sino el más conocido, y que los empleados se han convertido en los verdaderos embajadores de marca. También explicó lo que buscan las nuevas generaciones: un propósito claro, seguridad psicológica, líderes sherpa que acompañen al equipo y una cultura coherente que no se limite a ser un eslogan. Recordó que ya no sirve el "café para todos", que cada empleado requiere un trato individual y que la comunicación interna deficiente sigue siendo el origen del 85% de los problemas que observa en las organizaciones.

Las asambleas

En el plano institucional, Aefa  se reunió para culminar dos asambleas extraordinarias que marcaron un punto de inflexión en su organización interna. La asociación aprobó modificar sus estatutos con el fin de crear una segunda vicepresidencia, un refuerzo que la presidenta Maite Antón planteaba por el crecimiento constante del colectivo y la intensidad de su actividad. Tras el ajuste normativo se celebraba una asamblea electoral que trae consigo la incorporación de Ángeles Serna como nueva vicepresidenta, junto a la designación de Fernando Vilanova como secretario general y la entrada de Gema Martínez, Natalia Martínez y Manuel Ríos Arias en la junta directiva. Según Antón, la nueva composición refleja a las nueve comarcas de la provincia y mantiene una amplia representación femenina, algo que considera natural en el panorama empresarial alicantino.

La presidenta ha insistido en que Aefa afronta el ecuador del mandato con energía renovada, tanto para continuar con su labor formativa como para intensificar sus reivindicaciones. Entre ellas, destacó la necesidad de desarrollar normas específicas que protejan el relevo generacional de las empresas familiares, siguiendo el ejemplo de comunidades como Aragón, Murcia o Madrid. Reclamó también una simplificación administrativa real y estabilidad política en el Consell para poder avanzar en medidas que faciliten la actividad empresarial. Antón recordó que la Unión Europea ya ha marcado como prioridad reducir cargas burocráticas antes de 2029 y puso el foco en que cuestiones como la fiscalidad, el absentismo o la seguridad jurídica serán claves para garantizar la continuidad y competitividad de las empresas familiares valencianas.