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Adolfo Utor logra su objetivo: Baleària ya es la gran naviera estatal a falta de los tráficos del norte

  • El presidente de Baleària, Adolfo Utor.
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DÉNIA. El presidente de Baleària, Adolfo Utor, se había marcado varios objetivos durante 2024, pero sobre todo había uno que se ha confirmado este lunes con la adquisición del grupo Armas Transmediterránea: la operación consolida a la naviera con sede en Dénia como la gran corporación marítima de España. Con la gestión de los tráficos interinsulares de Canarias y las nuevas líneas que ahora gana en el Estrecho y en el mar de Alborán -a la espera de que la CNMC lo ratifique-, Baleària completa y afianza su oferta en las islas —con la suma de Canarias— y en la interconexión con el norte de África, además de una posición consolidada en Baleares y en el este peninsular. A la compañía de Utor solo le quedan los tráficos del norte por conquistar. Y hacerlo a su manera: con sus propios recursos, sin necesidad de capital exterior.

Utor lo había dejado claro en una entrevista en la revista Plaza: el objetivo era consolidar la compañía como una gran corporación marítima estatal, a imagen y semejanza de lo que existe en otros países. GNV, en Italia; DFDS, en Dinamarca; Stena Line, en Suecia; o Anek, en Grecia. Muchas de ellas cuentan con participación del Estado, algo de lo que Utor se había quejado. Y dentro de ese gran objetivo, había otros de menor escala que también se han ido cumpliendo en los últimos meses. El primero fue la adjudicación de la línea Tarifa–Tánger Ville en diciembre de 2024, que le otorgaba una posición privilegiada en el Estrecho. El segundo, el tráfico interpeninsular de Canarias, un gran reto para Baleària. No había presentación de cuentas anuales en la que Utor no tuviera que responder a las preguntas sobre el interés en Armas Transmediterránea. Y la respuesta siempre era la misma: «Si se da la oportunidad, iremos por ella», repetía el presidente.

Fue entre mayo y junio cuando los bonistas (los tenedores de la deuda de Armas Transmediterránea) abrieron el proceso de venta. Entonces, al trascender el interés, ya se comentó que Baleària había presentado una oferta económica por los activos de Armas que superaba ampliamente a la de sus competidores, entre los que se encontraban Boluda Corporación Marítima, en alianza con empresarios canarios, y la naviera danesa DFDS.

La idea original de los fondos de inversión propietarios de la deuda, JP Morgan, Barings, Bain Capital, Cheney Capital y Tresidor, que tenían el 94% de las acciones, era despiezar la naviera Armas y venderla en tres lotes (Canarias, Alborán y Estrecho). Sin embargo, finalmente, el 85% ha ido a parar a un comprador, Baleària. Este lunes se ha confirmado que la oferta, de entre 209 y 215 millones de euros, ha sido la ganadora para adjudicarse los dos lotes en liza: el primero, que incluye principalmente todas las líneas interinsulares de Canarias; y el segundo, compartido con DFDS, que abarca las líneas del Estrecho.  De esta manera, Baleària cumple uno de sus grandes objetivos, que se suma a la explotación de la línea Tarifa–Tánger y a las nuevas rutas con Argelia.

La apuesta de Baleària había sido muy fuerte, pues, según la prensa canaria, los empresarios locales, junto con Boluda, habían ofertado 160 millones por el paquete y a principios de julio ya barajaron retirarse de proceso.

 

¿Qué adquiere Baleària?

Para conocer la magnitud de la compra, conviene recordar las cifras actuales de la compañía. Hasta 2024, la naviera dianense operaba 28 rutas en cinco países, con una flota de 40 buques (33 en propiedad), una facturación de 691 millones y una plantilla de 2.600 empleados. La adquisición de Armas Transmediterránea supone sumar 15 buques y la integración de 1.500 empleados; es decir, incorporar una empresa equivalente a casi el 50 % del tamaño de la propia Baleària. Solo el primer paquete de la adquisición representa una facturación de 420 millones de euros, correspondientes a las rutas interinsulares de Canarias, Canarias–Península, Alborán y Argelia. A ello se suma parte de los 66 millones de euros del segundo paquete, compartido con DFDS, en el Estrecho, que incluye el buque Ciudad de Málaga y una concesión en el puerto de Algeciras.

En el caso de Islas Canarias, la operación incluye concesiones y acuerdos de servicios en puertos como La Luz Tenerife, Arrecife, Puerto de Rosario, La Palma, La Gomera y el Hierro y la  nueva terminal de pasajeros del puerto de Las Palmas, que se inauguró en 2019.

Hay que despejar la incógnita de Fred Olsen

Una de las incógnitas que presenta la operación es la relación entre Baleària y Fred Olsen. En condiciones normales, ambas empresas serían rivales y las principales competidoras en el mercado interinsular de Canarias. Pero se da la circunstanciad de que Baleària y Fred Olsen son socios en la línea Huelva y Canarias, así que será la CNMC quien valore las posibles incompatibilidades de la operación.

 

Un proceso paralelo al plan de inversión y transición energética

La operación de Armas Transmediterránea, junto con la puesta en marcha de la línea Tarifa–Tánger, se completará en paralelo al plan de expansión e inversión de Baleària, que prevé destinar 1.000 millones de euros a una flota más sostenible entre 2017 y 2028, con buques propulsados por gas y, en algunos casos, por energía eléctrica. Es otro de los grandes retos del equipo de Utor, que no ha ocultado las dificultades que implica: la renovación intensiva de la flota supone un enorme desembolso de capital en los primeros años. Y todo ello mientras la naviera afronta la nueva legislación europea sobre emisiones de CO₂, las llamadas EU ETS, que obliga a pagar por ellas.

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