Bienvenidos a la nueva ultra realidad. Cómo se declina golpe de estado. “Suave y posmoderno” según Raúl del Pozo. Los reyes y las nanas posan de luto oficial. Creciendo como lechugas. Como dice mi amigo Paco López Barrio “Cuando una familia real te crece en un bancal. Supera eso, José Luis Cuerda”. Margarita Robles declara en El País que “no hay riesgo de insubordinación en la Guardia Civil”. Dios nos coja confesados.  Crece el malestar en la Moncloa y en Ferraz por la equivocación de Pablo Iglesias (PI) al apearse de su condición de vicepresidente del gobierno del Reino de España y embarrarse con el veneno de Vox y la elegancia terrorista de Cayetana Álvarez Toledo: que viene a ser lo mismo. Iglesias pide perdón con la boca pequeña tras comer con Pedro Sánchez y a continuación salta Irene Montero estirando el chicle. Patxi López es puro de sentido común. El club escogido de fans anti-Fernando Simón vuelve a embestir. Núñez Feijoo pide a su gente no “perder los papeles”. Las compras en el barrio de Salamanca y las terrazas han calmado la tropa. No puedo respirar. El agente Dereck Chauvin aplasta a George Floyd. Estallido social. Trump es el ruido terraplanista que destruye la democracia y arrastra a su país tras su paranoia contra Twitter, la OMS, la Unión Eurpea y China. Insultos sin alternativas. En Marbella, desde la tumbona, toca el timbre de la criada. Aznar sonríe. Abre un Veuve de Clicquot y brinda con Ana Botella. El caballo de Santiago Abascal relincha. Mucho más que la burra Baldomera.