El juzgado de lo Penal 2 de Alicante ha acogido esta mañana el juicio contra las dos médicas acusadas de homicidio imprudente por la muerte del niño de 8 años que tenía apendicitis y murió de peritonitis tras acudir hasta en cinco ocasiones a Urgencias, tanto del Centro de Salud de Petrer como del Hospital de Elda. Los hechos se remontan al pasado 28 de octubre de 2020. Desde cuatro días antes, el 24 de octubre la abuela del menos, que ejerció de madre desde su nacimiento, había remitido tanto a su pediatra como a los servicios de Urgencias al pequeño, con un fuerte dolor abdominal y vómitos que no cesaban. Una dolencia que acabó causándole la muerte, tras desplomarse en su domicilio, debido a una peritonitos causada, presuntamente, por una apendicitis que no fue detectada a tiempo por las facultativas. La Fiscalía pide para una de las acusadas, la pediatra del Hospital de Elda, dos años y cuatro meses de prisión, mientras que solicita otro año y diez meses para la médica de Familia que le atendió en los servicios de Urgencias del Punto de Atención Continuada de Petrer. La acusación particular, por su parte, oide 21 años de prisión, la pena máxima al calificar los hechos como un homicidio por omisión. 

La Pediatra del hospital, que era médica residente de segundo año en el momento en el que ocurrieron los hechos, ha negado que durante su exploración detectara síntomas de apendicitos o peritonitis, ya que "en ese momento, el niño no tenía dolor". De hecho, ha asegurado que fue una de las causas que le hizo descartar la dolencia, pese a los vómitos recurrentes, de siete a nueve ocasiones al día. "A la entrada al paciente valoré el informe de la Pediatra que lo había atendido anteriormente, que era mi adjunta. En ese momento tenía una sensación de náuseas y vómitos, pero el triangulo de evaluación pediátrica era estable. Estaba nauseoso pero no tenía malestar general, no estaba deshidratado y realicé una exploración abdominal sin síntomas de peritonitis. No tenía soplos. Palpé de forma superficial y profunda, en ningún momento me dijo que tenía dolor", ha asegurado ante a magistrada.

La abuela y madre del menor, Marta Gonzálvez, ha dado una versión bien distinta, ya que ha asegurado que el pequeño "tenía fuertes dolores y vómitos. Cuando se sentó en la camilla del hospital, no se pudo ni siquiera tumbar para que le exploraran, debido al fuerte dolor abdominal". La doctora ha negado que manifestara esos dolores: "de haber sido así, habría suministrado analgésicos, y no lo hice. No manifestó dolo, pese a que los había tenido anteriormente. Era un dolor cólico, que iba y venía, por lo que descarté afecciones graves".

Por su parte, la doctora que atendió al pequeño horas antes de su fallecimiento, de madrugada, en el Punto de Atención continuada de Petrer, ha declarado que "cuando leí los informes de las atenciones anteriores tanto de su pediatra como del hospital, le aconsejé que volviera al hospital, al ver que llevaba cuatro días en esa situación. En el Centro de Salud poco podía hacer, no tenemos medios para hacer ningun tipo de prueba". 

Este es uno de los puntos que más contradicción presenta entre la declaración de la facultativa y la de la madre del menor. La Fiscalía ha insistido al preguntar si realmente le recomendó que llevara al niño al hospital. "Varias veces, insistí en eso varias veces. La madre se negó a que le explorara y se negó a llevar al niño al hospital. Estaba muy nerviosa, y me dijo que iba a llevar al niño a un especialista en Digestivo, privado, al día siguiente, y rechazó ir al hospital".

Minutos después la madre del menor decía todo lo contrario: "me dijo que no lo llevara al hospital porque, tal y como estaban las cosas allí, no me iban a atender. Le pinchó una medicación y dijo que con eso se le pasaría todo. Por eso volví a casa. Horas después estábamos en casa y me decía 'mamá no se me va'. Empezó a beber agua como si no hubiese bedido agua en su vida. Al rato me pidió ir al baño y no podía hacer pipí. Fue cuando se desplomó en el suelo. Llamé al Samu y salí a pedir ayuda". 

Según consta en los informes, el pequeño había sufrido un shock provocado por la peritonitis. El médico del SAMU que lo atendió ha declarado que consiguieron reanimarlo y que, en la ambulancia de camino al hospital, sufrió una parada cardiorespitaroria. Pese a que también consiguieron reanimarlo, terminó falleciendo en el hospital.  

La familia pide justicia

La abuela y madre del niño ha pedido justicia a su llegada al juicio. "Le prometí a mi niño que iba a conseguir sentar a las dos médicas en el banquillo y lo he cumplido. Ahora le pido a la justicia que sea justa, y que paguen por lo que han hecho".

Las sesiones del juicio seguirán este jueves y viernes con la declaración de más testigos