ELCHE. Margalló Ecologistes en Acció ha presentado al Ayuntamiento de Elche una solicitud de información sobre la posible fumigación con glifosato en algunos huertos del municipio, e insta a las concejalías de Espacios Públicos, Salud y Medio Ambiente a prescindir del uso de este producto.

Varios miembros de Margalló-EeA y vecinos de las zonas afectadas observaron durante el mes de abril, en distintos días, la presencia de carteles que advertían de fumigaciones con glifosato. Este herbicida, según se había informado al colectivo, ya no se usaba por parte de la administración local en huertos y jardines públicos. Los carteles a los que se refiere la organización ecologista se han visto en el hort de la tía Casimira (frente al hotel Milenium), algo “especialmente preocupante, ya que se encuentra a escasos metros del hort de Felip, modelo y referente estatal de huertos urbanos que practica la agricultura ecológica, y también cerca del centro de salud del Raval y del colegio Hispanidad”, afirma Mariló Antón Bolaños, ambientóloga y miembro de Margalló.

Días después, el 24 de abril, vecinos de Portes Encarnades contactaron con el colectivo para mostrar su preocupación por la presencia de carteles que advertían del uso de glifosato en el huerto del Cebo, un espacio muy frecuentado por personas con mascotas y alumnado del CIPFP La Torreta. “Observamos un claro retroceso en el uso de productos fitosanitarios en una de las fotografías que nos hicieron llegar: un cartel antiguo informa de tratamientos biológicos, y otro más reciente, visto en abril de 2025, advierte del uso de glifosato”, indica otro miembro de Margalló. También se han visto carteles similares junto al puente de la Generalitat, en el jardín de los Franciscanos.

Prohibición en otros países

Cabe recordar que muchos estudios consideran esta sustancia una grave amenaza para la biodiversidad, tanto de flora como de fauna, y que también afecta a la especie humana por su potencial cancerígeno, según la Organización Mundial de la Salud. Esto ha provocado su prohibición (en Bulgaria) o restricciones de uso en varios países de nuestro entorno (Alemania, Francia, Países Bajos…), al menos en espacios públicos.

Desde Margalló recuerdan que, aunque la Unión Europea ha decidido recientemente ampliar la autorización para el uso de este herbicida por 10 años más (hasta 2033), los responsables municipales de las áreas de Espacios Públicos, Salud y Medio Ambiente deberían aplicar el principio de precaución (Art. 191 del Tratado de Funcionamiento de la UE), según el cual “en caso de que una determinada política o acción pudiera causar daños a las personas o al medio ambiente, y no existiera consenso científico al respecto, dicha política o acción debería abandonarse”.

Por todo ello, Margalló solicita “la retirada inmediata de este producto en zonas sensibles como parques públicos, jardines, zonas deportivas o recreativas, zonas escolares y de juegos, y en las proximidades de centros sanitarios, atendiendo al principio de precaución anteriormente mencionado”, tal como ya han hecho otras ciudades españolas (Girona, Barcelona, Ponferrada…).