ELCHE. La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, hacía público este miércoles que el Gobierno inyectará 169 millones de euros para PLD Space a través de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de un respaldo del Estado al proyecto de la firma ilicitana, pero esta es la primera fase en la búsqueda del organismo europeo por tener varios lanzadores privados que le permitan una mayor soberanía y menor dependencia para el acceso al espacio. Ahora la ESA tiene que publicar las bases que se exigen a las compañías preseleccionadas, entre ellas la de Elche, para poder optar a firmar un contrato como lanzador de la Agencia, lo que llegaría en esa segunda fase, y que se sufragaría con esos 169 millones que el Gobierno ha puesto encima de la mesa.

En retrospectiva, la agencia europea impulsó el Desafío Europeo de Lanzadores (ELC, por sus siglas en inglés), en esa búsqueda de compañías privadas fuera de las habituales, con las que ganar una mayor autonomía, tirando de nuevas empresas europeas que están haciendo su camino en el sector y que aspiran a estas misiones de transporte al espacio. Sobre todo de microsatélites. Fueron sobre la docena las compañías presentadas, de las que tan solo fueron preseleccionadas cinco en julio. Entre ellas, PLD Space, la única que ha realizado un vuelo, en este caso, el suborbital del Miura 1 en 2023.

Misiones espaciales antes de 2030

Lo que la ESA pretende ahora es firmar contratos con estas compañías, comprometiéndose a adquirir sus servicios de transporte y lanzamiento para sus misiones. Las mismas tendrían lugar, como tarde, en 2030. Ahora bien, para llegar a materializar esta relación contractual, la Agencia Espacial Europea tiene que publicar todavía unas bases que no se conocen, que son los requerimientos técnicos de las exigencias. Lo que ya se sabe es que para poder firmar, estos proveedores de lanzamiento tienen que realizar con éxito un vuelo orbital como tarde en 2027. Y en 2028 se les exigirá mejorar las condiciones del vuelo.

En este caso, aunque Morant habló de junio, PLD Space tiene previsto en el primer trimestre de 2026 iniciar la campaña de lanzamiento. Se entiende como campaña el inicio de los preparativos para el vuelo, ya con el cohete en Kourou (Guayana Francesa), hasta el momento del despegue. Incluye la integración de las dos etapas, que se tiene que realizar allí, así como las pruebas pertinentes y esperar el momento idóneo a nivel metereológico para poder lanzar. Como ya ocurrió con el Miura 1, que necesitó tres intentos debido a las condiciones previas que hicieron abortar vuelos planificados.

PLD, la única de las cinco preseleccionadas que ha volado

Las otras cuatro firmas seleccionadas son dos empresas alemanas (Isar Aerospace, Rocket Factory Augsburg), una británica (Orbital Express Launch) y otra francesa (Maiaspace). Los estados miembro podían respaldar una parte o la totalidad de la inversión exigida para firmar y desplegar el contrato, con un máximo de 169 millones de euros, y por ahora España es el único país que se ha pronunciado al respecto, subrayando que asumirá la totalidad.

"Una responsabilidad" y un espaldarazo a la empresa

Desde la compañía ilicitana se muestran contentos con la decisión, aunque lo ven también como una "responsabilidad" por las implicaciones que tiene el proyecto, que también supondría que España tuviera acceso al espacio, siendo uno de los pocos países del mundo que goza de esta posición. Agradecen la confianza del Gobierno e interpretan como un espaldarazo a su trayectoria, así como un reconocimiento y empujón a la plantilla y a los inversores de la firma. Eso sí, aunque se muestran confiados, aún recuerdan que hay que conocer los requerimientos y plantear una propuesta técnica. Son los que más adelantados van en esta carrera espacial europea, pero aún tienen que demostrar que son capaces de ejecutar estos vuelos orbitales.