BENIDORM. A cinco meses de las elecciones, los movimientos políticos se empiezan a suceder en Benidorm. Así al menos lo escenifican en Ciudadanos por Benidorm, que nada tiene que ver con el de Albert Rivera. Arturo Cabrillo, líder de la formación tras la expulsión del creador del partido, Leopoldo Bernabeu, tendría su paso encaminado a la nueva agrupación política: Somos Benidorm, quien tiene registrada la marca su cargo de confianza, José Antonio Lizancos. Hay que recordar que CBM es socio de gobierno del PP.

De esta forma, el partido bebería de los que a día de hoy forman parte de CBM, de la cuerda de Cabrillo, además de los adeptos que tienen en la plataforma vecinal que han montado para tal, cuyo núcleo se encuentra en el barrio de Els Tolls por la influencia de Lizancos, quien fue presidente de la asociación de vecinos de esta zona.

Según ha podido saber este diario, la nueva formación tendría una manera de funcionar son ciertos toques a Podemos: es decir, de carácter asambleario. En las próximas semanas, antes de que acabe el mes, tendrán que estipular la organización de la misma, con intención de que se voten todas las propuestas que cada uno quiera hacer y se incorporen las que más éxito tengan entre los miembros de la plataforma vecinal.

Pero no es el único que estará fuera de CBM. Según indicó en su momento la concejal de Igualdad, Paquita Ripoll, ella tomará otro camino distinto al de su compañero Cabrillo, sin poner nombre aún a su futuro. 

La tensión entre los dos concejales se ha incrementado en los últimos meses, con su máximo apogeo con el cambio de cargos de confianza, donde se le asignó a Ripoll la ex socialista Nieves Alonso, ahora implicada en el proyecto de Cabrillo. Un cambio que al parecer no se consultó con la propia concejal del partido, según explicó ella misma. 

Un capítulo nuevo se abrió esta semana pasada, cuando Alonso abandonó el Ayuntamiento como asesora de CBM, y se quedó un hueco vacío, que según explicaron fuentes de CBM, estarían dispuestos a dejar en el aire si no encuentran trabajo para una persona más. Algo en lo que no está de acuerdo Ripoll, quien estaría en negociaciones aún con sus propios compañeros para que entrara alguien afín a su proyecto futuro.