Esto era exactamente derogar el Ximismo. No, no ha sido el niño pijo torero de la jet society valenciana Vicente Barrera. Es Carlos Mazón el que nos ha devuelto al siglo XIX. CMazón es puro zaplanismo trumpista. Neoliberalismo económico y carlismo ideológico. Eco crudo del saqueo popular y el pensamiento mágico del ¡Santiago y cierra, España!. Una mezcla explosiva. Y lucrativa. El bautismo de fuego, el aperitivo fue lo que vivimos ayer en los municipios del País Valencià. El Mazonismo nos trae la privatización de lo público a cristazo limpio. Normaliza, vacuna, prepara al resto de los españoles para una cohabitación Feijoy y Abascal en Madrid. No, no ha sido el torero. La excitación animal chamánica y el terraplanismo de botellón no han apuntillado a Ximo Puig. El primer puntillazo se lo ha asestado Mazón directamente al corazón de las mujeres. El futuro en el siglo XXI.
Yolanda Díaz o Abascal. Eso sí, un poco de vértigo sí que sacude Génova. El PP no debe, no puede pegarle mucho bocado a Vox porque lo necesita como tercera fuerza política para alcanzar la Moncloa. Es mas, le urge que la tropa de Santi el Asirio no deje de provocar y escandalizar con sus excesos y salidas de tono para demostrar que la papeleta útil el 23J para parar al propio Abascal no es la de Pedro Sánchez. Ni la de la cara de Yolanda Díaz. Sino el voto masivo a Feijoy. Y si por lo que sea, un accidente, falla, Dios no quiera, siempre nos quedará Isabel Díaz Ayuso. Hasta aquí el anuncio sufragado por la factoría Aznar&Steve Bannon y el emporio Ribera Salud de los De Rosa&Vivalto Santé y más allá. Lo sustancial no es la minifalda de Manolo Escobar, las chulerías de The Peaky Blinders ni el rabo de Morante de la Puebla. Es el capitalismo de casino de patriotas de partido. El reparto entre amiguetes. Del alma. PP S.L. en estado puro. Dos mil , tres mil, quatre mil… Está como nunca, Fundador.