ORIHUELA. La defensa y el orgullo de la idiosincrasia natural y primaria de la Vega Baja queda capitaneada por su mayor patrimonio, la agricultura. Unos productos que dadas sus características, calidades y volúmenes de producción llegan a todos los rincones. Los cultivos tan particulares como lo son los cítricos son tan demandados para consumirlos en fresco como la carencia de dotarlos de valor añadido, de darle salida más allá de su consumición directa y solitaria. La alcachofa es uno de los pocos productos que desde hace unos años se está promocionando todo tipo de salidas culinarias. Los cítricos lo tienen pendiente y la empresa oriolana Vega Scorza ha empezado a revertirlo. Ha apostado por poner sobre la mesa, de forma literal y metafóricamente, una manera diferente de consumir el producto con mayor superficie en la comarca, el limón. Junto a la Universidad Miguel Hernández de Elche ha embotellado los aromas y sabores con los que este cítrico perfuma la comarca. La empresa, con el apoyo científico de la universidad, ha creado un licor de limón.
La Vega Baja cuenta con 12.380 hectáreas de limoneros de las 13.778 que hay en toda la Comunidad Valenciana. De esas, 2.122 ha corresponden a limón ecológico, el 98% de toda la región. Y esa es precisamente la materia prima que Vega Scorza emplea, limón ecológico. Para elaborar su licor emplean la corteza y las hojas. Éstas son las que aportan el colorante natural. "Queríamos hacer algo significativo de la Vega Baja, con unos olores y colores muy característicos de aquí y que permitiera comercializar el limón de otra forma" señala Javier Vidal, CEO de Vega Scorza.