ELCHE. Que el Festival Medieval de Elche vuelva a ser más 'festival' y menos mercadillo. Es una de las premisas que se pueden extraer de la presentación de este miércoles de la XXVIII edición. Aunque el mercadillo es uno de los principales atractivos (contará con 150 puestos), el evento lleva años con una sensación generalizada de que se estaba perdiendo ese espíritu de ser un conjunto de actividades en torno a las representaciones otoñales del Misteri d'Elx. Esta nueva edición contará con más actuaciones musicales, cultura en la calle, y como novedad, dos cursos sobre La Festa, y la vuelta una década después del prestigioso musicólogo Marcel Pérès.

Aunque en los últimos años ha habido conciertos, obras y charlas patrimoniales (sobre todo en época de pandemia), sobre el medievo, el Festival aún tiene ese aura en la que la actividad más populosa es la del mercadillo, lo que sumado a poca difusión seguía destilando esa falta de músculo de lo que en antaño fue —también con otros presupuestos—. La concejal de Cultura Irene Ruiz decía este miércoles que se quiere rescatar ese espíritu y volver a ser "un referente" de esta temática. También el alcalde Pablo Ruz recordaba cómo el festival había sido tradicionalmente un evento anexo a La Festa, pasando de un ciclo otoñal a algo anual. Y añadía que están "obsesionados" con la cultura en la calle para darle mayor vida y visibilidad —también turística, una pata de la que nadie quiere prescindir ahora—.