ALCOYANO (EFE). El defensa del Alcoyano Pablo Carbonell apeló al "ADN de este equipo" para justificar la reacción de los de Vicente Parras en las dos últimas jornadas con las victorias en casa ante el Atlético Sanluqueño (3-0) y en La Condomina frente al UCAM Murcia (1-2) para superar la peor racha desde que el técnico alicantino cogió las riendas del banquillo hace tres temporadas.

El zaguero, uno de los tres capitanes de la plantilla, aseguró a los medios que estaban "tranquilos" pese a que los resultados no llegaban y argumentó que estaban jugando "bien", pero que no siempre se gana. "Esto es fútbol y sabíamos que los resultados iban a llegar. Si algo tiene este equipo es que no se rinde nunca y que cree hasta el final", desveló.

Pablo Carbonell, que fue el autor de uno de los goles de la jornada al marcar de falta en La Condomina desde la frontal, reconoció que la lesión del central Carlos Blanco nada más comenzar el partido les dejó "helados" y a estar "noqueados toda la primera parte", pero que tras el descanso "volvimos a creer en nosotros, sabedores de que en fútbol un partido puede cambiar por completo en un minuto", apuntó.

Tras descansar el domingo, el Alcoyano volvió a los entrenamientos este lunes pensando en el partido del miércoles frente al Castellón en El Collao, en su día aplazado por casos positivos en el vestuario del equipo tras la eliminatoria de Copa del Rey frente al Real Madrid.

"Hemos de olvidarnos del partido del sábado, ahora hemos de enfocarnos en el partido del miércoles e ir también a por la victoria. Sería muy importante ganarles porque nos daría mucha tranquilidad", reconoció.

Para Pablo Carbonell los partidos de la segunda vuelta tienen una trascendencia mayor con respecto a la primera. "Queda lo más bonito de la competición. Ahora partido que se juega ya no vuelve, el margen de error se acorta mucho. Por ello no podemos bajar los brazos y seguir creyendo", concluyó.