ALICANTE. En tiempos de ruido, velocidad y sobresaturación, Tere Priore canta desde el otro lado: el de la calma, la emoción contenida y las palabras que llegan cuando bajamos el volumen del mundo. Argentina afincada en Alicante, actriz, cantautora y artista audiovisual, Priore acaba de lanzar Re7, un nuevo single que condensa su universo creativo: íntimo, narrativo, comprometido y profundamente humano.

"Re7 nace a partir de un acorde que me encontré por casualidad, y me llevó directo a una emoción: ese momento inesperado en el que te cruzás con alguien que te cambia la vida sin estar buscándolo", explica la artista. La canción —grabada junto a su hermano y productor Agustín Priore en los estudios Quilombo— es una pieza minimalista, casi suspendida en el aire: apenas voz, guitarra y un piano sutil, como una tarde de verano con las ventanas abiertas.

Con Re7, reafirma su apuesta por un pop de raíz autoral, confesional y a contracorriente. "Me gusta pensar mis canciones como pequeños artefactos narrativos. No busco el golpe fácil, sino tocar hondo y quedarme ahí, en quien escucha. Que sea algo que acompañe, que se recuerde", destaca la autora.

Una vida entre canciones

Tere Priore no recuerda su vida sin música. Creció rodeada de instrumentos y voces, en una familia donde lo artístico siempre estuvo al alcance. "Tengo vídeos diciendo ‘Hola, soy Tere, tengo seis años y escribí esta canción’, así que desde muy chica tuve claro que esto era lo mío", cuenta entre risas. A los dieciocho años publicó Septiembre, su primer tema, casi por insistencia de sus amigos y familia, que querían tenerla “en Spotify para escucharla siempre".

Con el tiempo, su universo artístico fue ampliándose. Desde sus primeras composiciones con guitarra y voz, en las que hablaba de raíces y desarraigos, ha evolucionado hacia una propuesta multimedia que cruza música, imagen y activismo. "Hoy mi obra es un tapiz donde cada elemento —melodía, imagen, palabra— busca dialogar con los otros y provocar preguntas. Me interesa tanto tocar el corazón como agitar la conciencia", afirma.

Entre la canción y el cine

Además de música, Priore estudió interpretación. Esta faceta escénica se filtra en sus videoclips y cortometrajes, donde suele actuar, escribir el guion y dirigir. "Al ser actriz, me interesa interpretar lo que canto. En vivo también lo hago. Parto de una frase o una imagen que me atraviesa y a partir de ahí construyo una estética, una narrativa. Siempre con la ayuda de un equipo que pone amor y mirada propia al proceso", describe la artista.

En mayo estrenó el cortometraje Ya nos conocíamos, una obra audiovisual que firmó como directora, guionista y protagonista, en colaboración con La Huella de Amstrong. Su capacidad para aunar distintas disciplinas le permite construir piezas que desbordan el formato de “videoclip” tradicional: en su caso, cada imagen también cuenta, denuncia o abraza.

Priore es, ante todo, una artista comprometida. Mujer, latinoamericana, parte del colectivo LGTBQ+ y con una mirada activista muy presente en sus letras y sus acciones, entiende el arte como una herramienta de resistencia. "Mi música busca amplificar voces que no siempre son escuchadas. El arte puede denunciar, pero también consolar y ofrecer alternativas. Es construcción colectiva, siempre".

Alicante: raíces nuevas

Priore llegó a Alicante con su familia por motivos laborales, pero rápidamente hizo de la ciudad su hogar. "Me acogieron con muchísimo cariño. Hoy puedo decir que me siento mitad alicantina. Es un lugar con una escena artística vibrante, con gente increíble en todas las áreas", confiesa. Su principal cómplice creativo es su mellizo, Agustín Priore, a quien no duda en definir como "un diamante". Juntos han levantado los estudios Quilombo, un espacio de creación donde fluyen las ideas y las canciones se construyen sin prisa. "Trabajar con Agus es lo mejor que me puede pasar. Nos entendemos con miradas, podemos estar horas en el estudio sin darnos cuenta. Hay confianza, cariño y mucha libertad creativa", apunta.

Re7: un gesto de resistencia

En el ecosistema musical actual, donde la velocidad manda y el algoritmo premia la inmediatez, la propuesta de Tere Priore destaca por su contención y su vocación de permanencia. Re7 es una canción sin prisa, donde cada silencio cuenta y cada palabra está elegida con cuidado. Una pieza que habla de amor, pero no desde lo idealizado, sino desde lo real: lo cotidiano, lo que llega sin buscarse, lo que conmueve sin alardes. "Me interesa que el arte acompañe. Que alguien escuche una canción mía y le den ganas de llamar a su abuela, de abrazar a alguien, de agradecer; si logro eso, ya estoy feliz".

Mientras continúa componiendo y preparando nuevos conciertos, Priore no deja de soñar: girar por España y por Latinoamérica, tocar en festivales, actuar en alguna serie o película y seguir tendiendo puentes entre lo íntimo y lo colectivo. Si su vida fuera una película, dice, se titularía Tere Priore: un sueño hecho realidad. Y, aunque suene a frase hecha, basta con escucharla cantar para saber que ese sueño está, canción a canción, tomando forma.