ALICANTE. El hall del Teatro Principal de Alicante ha acogido este lunes, 14 de octubre, la presentación del estreno nacional de La Traviata, que se interpretará el jueves ,16 de octubre, a las 20 horas, tras los ensayos generales. Las localidades están agotadas, un reflejo de la expectación que genera esta ópera de Verdi, icónica y universal, ahora traída a Alicante por Ópera 2001, compañía internacional con sede en la ciudad, que celebra más de 35 años de trayectoria y 25 en Alicante. “Es un orgullo poder abrir la temporada con un estreno nacional y con todas las entradas vendidas”, afirmaba María Dolores Padilla, subdirectora del Teatro Principal. “Desde el teatro seguimos apostando por proyectos que acerquen la ópera a la ciudad y que permitan disfrutar de un espectáculo de primera línea”, añadía.

Desde su sede en Alicante, Ópera 2001 ha consolidado su reputación como una de las compañías más importantes del panorama europeo. “Hace 25 años nos asentamos en Alicante; desde entonces, esta ciudad se ha convertido en nuestra casa y en un referente para la producción de ópera”, afirmaba Luis Miguel Lainz, director artístico de la compañía, recordando la historia de esta productora que inicia la gira de La Traviata, un montaje que reúne a casi un centenar de profesionales, entre intérpretes y equipo técnico, incluyendo la Orquesta Valenciana y el Coro Siciliano, reconocido como uno de los mejores coros líricos europeos. Una producción que pone en escena más de cien trajes y un vestuario completamente adaptado a la época de la ópera, con presupuesto global para la gira que alcanza los 800.000 euros, destinado a logística, alojamiento, transporte y salarios. Ahora, a partir de este jueves, la producción recorrerá España, Francia y Portugal con 41 funciones, llevando la excelencia al público europeo.

El reparto principal combina talento internacional y experiencia. “Este papel se comprende realmente cuando uno tiene familia. La Traviata refleja un amor intenso y profundo, y Verdi lo plasmó con valentía”, afirmaba el barítono Paolo Ruggiero. Por su parte, el tenor David Baños, destacaba la frescura de su personaje “Interpreto a un joven enamorado de Violeta, sin experiencia en el amor. Es un privilegio hacerlo en un teatro tan bello y con un director que comprende nuestra voz”, describía, mientras que la directora de Ópera 2001, María Ange Quintana, subrayaba la importancia de acercar la ópera a todos los públicos, especialmente al más joven y a personas con discapacidad visual. “Es esencial que los niños y niñas puedan vivir la ópera de una manera activa y sensorial”, señaló, poniendo de relieve las visitas que hará el público escolar, así como el convenio alcanzado con la ONCE.

Una experiencia sensorial

Uno de los aspectos más innovadores de esta producción es esta colaboración con la ONCE. Antes del estreno, se organizará una experiencia sensorial en la que personas con discapacidad visual podrán recorrer el escenario, tocar los decorados y los trajes, y escuchar fragmentos de la música en directo. Esta iniciativa busca que la ópera deje de ser un espectáculo únicamente visual y se convierta en una experiencia táctil, sonora y emocional. “Queremos que todos puedan sentir la ópera, no solo escucharla”, explica Quintana. La experiencia incluye guías especializados y material adaptado, como guías táctiles de los decorados y el vestuario, que permiten comprender la estética y la época de la obra. Los participantes también pueden acercarse a los instrumentos y experimentar la vibración de la orquesta en directo, una sensación única que despierta curiosidad y emoción.

Ópera para el público escolar

El proyecto incluye actividades educativas para alumnos de primaria y secundaria. Los escolares tienen la oportunidad de descubrir cómo se monta un espectáculo y entender la función de cada intérprete y técnico. “El objetivo es que los niños no solo vean la ópera, sino que la vivan”, señala Quintana. “Muchos de ellos luego vuelven con sus familias y se convierten en espectadores habituales; abrir las puertas del teatro a las nuevas generaciones es fundamental para el futuro de la lírica”, afirma la directora de la compañía. Estas actividades se complementan con charlas sobre la historia de Verdi, los personajes y el contexto social de la obra, convirtiendo la visita en una experiencia didáctica completa que combina música, historia y educación emocional.

El escenario permite que la obra se represente en cualquier teatro, adaptando la escenografía y los efectos visuales sin perder la esencia. Cada uno de los más de cien trajes y accesorios ha sido cuidadosamente seleccionado y elaborado, y las pelucas provienen de talleres especializados en Italia. “Cada detalle importa: desde los zapatos hasta el último complemento; queremos que el público perciba la autenticidad de la época”, explica Quintana. Una combinación de escenografía, vestuario y luz que permite que cada escena cobre vida y transporte al espectador al París del siglo XIX.

Una gira ambiciosa

La producción de La Traviata no se queda en Alicante. La gira europea de Ópera 2001 incluye 41 funciones repartidas por España, Francia y Portugal. La logística es compleja: coordinar transporte de decorados, alojamiento de casi un centenar de personas y cuidar la voz de los intérpretes requiere planificación rigurosa. “El esfuerzo es enorme, pero la recompensa supera cualquier dificultad”, señala Lainz. “Llevar la ópera al público es nuestra pasión. Alicante ha sido el punto de partida perfecto para esta gira internacional”, describen. Pero La Traviata es un pilar del repertorio de Ópera 2001, junto a obras como Butterfly y Nabucco. La compañía apuesta por renovar la experiencia del espectador, combinando tradición y modernidad sin perder la esencia de la ópera clásica. “El público de hoy quiere emoción y cercanía, por eso cuidamos tanto la voz de los cantantes, la escenografía, la luz y el vestuario”, afirma Lainz. Cada función es una obra viva, donde la interpretación y la música se encuentran con la sensibilidad del público.

Ruggiero y Baños coinciden en que el estreno nacional en Alicante es un hito personal y colectivo. “Verdi luchó contra la censura y creó una obra que aún hoy sorprende y conmueve”, dice Ruggiero. “El mensaje de amor, sacrificio y libertad permanece intacto”, añade Baños. Por su parte, el director de escena subraya que la complicidad entre intérpretes y equipo técnico es fundamental para que cada función sea única. Y es que la coordinación entre músicos, coro, escenografía y luz garantiza que cada nota y cada gesto lleguen al público con precisión y emoción.

Alicante, epicentro de la ópera internacional

Con todas las entradas agotadas, Alicante se convierte en un epicentro de la lírica europea. La ciudad acoge un estreno nacional que combina excelencia, innovación y compromiso social, ofreciendo una experiencia sensorial y educativa para todo tipo de públicos. “La ópera no es solo cultura, es emoción y comunidad”, concluye Padilla. “Este estreno demuestra que Alicante puede ser sede de eventos internacionales sin perder su identidad local”, asegura. La gira continuará por España, Francia y Portugal, consolidando a Ópera 2001 como un referente internacional y a Alicante como ciudad capaz de producir y recibir espectáculos de alto nivel artístico. Una oportunidfad para sentir, tocar y vivir la ópera, donde cada escena, cada acorde y cada traje cuentan una historia que el público está a punto de descubrir.