“Cuando atraviesas una mala situación hay que hacerse muchas preguntas”, afirma la artista contemporánea Susana Alemany, que expone Zelda en la Fundación Mutua Levante de Alcoy. La autora coge el toro por los cuernos y aborda las fases de la resiliencia a través de 18 piezas en las que combina materiales como el tejido de algodón, barro, madera o hilo galvanizado. Unos elementos con los que consigue materializar una alegoría de la salud mental en la que crea diversas texturas para plasmar sus intensas emociones. Una exhibición que se podrá visitar hasta el 28 de febrero.
Las obras con la que expone en la sala le han requerido unos dos años de proceso de creación y han brotado de sus manos por la necesidad de expresar las emociones que ha sentido a raíz de diversos momentos concretos de su vida. Episodios que han supuesto un problema, pero de los que se ha repuesto, según explica, en cuatro fases: identificación del problema, pérdida del norte, búsqueda de ayuda y resolución final. “Las obras reflejan el proceso que puede pasar una persona de forma psicológica en un momento determinado de la vida y que, una vez concluido, conduce a un crecimiento personal”, explica la autora.
“Tras una mala situación, toca hacerse muchas preguntas y trabajarte mucho para llegar a una etapa de solución y resolución”, insiste Alemany. Ese es, además, su aprendizaje, tras una terapia sanadora a través del arte. Una experiencia que cristaliza en esas piezas repartidas en cuatro fases, “las que hacen falta para salir del hoyo cuando los problemas son de extrema gravedad”, y que son exhibidas de forma cronológica respecto al proceso de creación. Unas obras que, del mismo modo que fueron útiles para ella, quiere mostrar ahora para que le sean útiles a los demás.
De hecho, las obras que forman parte de esta muestra son, en gran medida, fruto de la necesidad de contarle su experiencia a quien esté viviendo alguna mala situación, “para que sepa reconocer y normalizar su proceso en busca de una pronta recuperación”. Una necesidad que fue su inspiración. “A mí me ha ayudado a entender, crecer y creer”, sentencia Alemany. Conocimientos a los que ha dado forma a través del tejido de algodón, “por ser mi trabajo de vida, pero también con madera o hilo galvanizado, “que me ha servido para complementar varias piezas”, y el barro, “porque al entrar en contacto las manos, la mente y el cuerpo entran en una sinergia natural”. Una una actividad reflexiva y artística que ayuda a abrir la mente y liberarse de preocupaciones externas.
Desde dentro del estado anímico
“Esta muestra engloba un proceso que todos hemos realizado en algún momento de nuestras vidas, con mayor o menor intensidad; Alemany lo identifica y lo plasma con enriquecimiento visual”, describe Lucia Romero, historiadora, crítica de arte y comisaria de la exposición. “Sus piezas nos adentran en cada estado anímico mediante sus cromatismos, juegos de plasticidad o su ausencia de color absoluta, donde juega con las luces y las sombras”, alade la comisaria.
El visitante puede empezar por comprender el proceso con la obra Principio, que se percibe como un mar que empieza a retorcerse mediante las ondulaciones de la tela; una situación previa de calma y que dirige hacia un cambio. La serie Z_Blue encarna la identificación de la dificultad con una explosión en tonos oscuros; el contratiempo empieza a tomar forma y a enraizarse adquiriendo grandes dimensiones.
La instalación Fosc emplaza a un momento de angustia total e induce a la reflexión con luces y sombras, plasticidad y textura; un vacío intenso donde el espectador puede identificar un punto extremo de soledad y confusión. Situación que se empieza a superar en Habitación roja, donde se expone el enfrentamiento del ser humano a ese momento con lucha, rabia, dolor y preocupación.
Las piezas cerámicas que se presentan bajo el título de Vital, simbolizan los distintos órganos vitales que entran en peligro durante ese enfrentamiento. Bajo el título Pensamiento aparece un cambio de actitud con serenidad en medio del caos. Una introspección y asimilación que llevan hacia solución, De esta forma, Doors se muestra como ese largo trabajo hacia la resolución positiva.
Siguiendo en ese proceso de sanación, la artista ha creado White garden, que refleja el renacer y, por lo tanto, la capacidad de volver hacia un momento de estabilidad. Una resiliencia que culmina en Piel que habito, un vídeo con imágenes de una performance donde Alemany aparece encerrada y vestida con un traje creado por ella misma. Del blanco y negro pasa al color, a medida que la artista rompe los barrotes de esas ‘celdas’ psicológicas y consigue la libertad.