VALÈNCIA. El pasado mes de noviembre, apenas un mes después de la Dana que arrasó el área metropolitana de València, el Ministerio de Cultura del Gobierno de España anunció un paquete de ayudas los diferentes sectores culturales con carácter urgente. El modelo elegido fue el de financiar a diferentes asociaciones profesionales (con las que el Ministerio se fue reuniendo para evaluar los daños y las posibles soluciones) o 300.000 o 150.000 euros para que estas activaran programas de apoyo.
Cuatro meses después, la gran mayoría ya ha avanzado con estas medidas, que deben servir tanto para el diagnóstico como para una respuesta rápida y eficiente al gran golpe que sufrió el sector cultural tanto en los daños personales, como materiales, como psicológicos, como de paralización de la actividad; y es que cabe recordar que la dana provocó una oleada de cancelaciones que tuvo consecuencias más allá de la zona cero.
Gestió Cultural es la red que más sectores está abarcando, desde las once asociaciones de artes escénicas, hasta críticos y comisarios de artes, pasando por las asociaciones del audiovisual o del jazz valenciano. “En la reunión que mantuvo el Ministerio con el sector cultural se dan cuenta que el territorio afectado está tan cerca de la ciudad que una gran parte de artistas que desarrollan su trabajo en València están vinculados, de una manera u otra, a lo sucedido”, explica Elba Torres.
La asociación cuenta con un espacio propio cedido por la Universitat de València y ya ha activado varias líneas de ayuda: “Estamos haciendo un acompañamiento como canal de información, así como observamos la evolución y el diagnóstico de la recuperación cultural tras la dana. A final del año, entregaremos al Ministerio hasta dónde se ha llegado, qué queda por cubrir y qué hay que hacer para seguir con la recuperación”, detalla Torres, que recuerda que en este proceso hay que tener en cuenta que “ha llovido sobre mojado en cuanto a las políticas culturales”. En este sentido, el informe aborda tanto las pérdidas materiales como el lucro cesante (lo que ha dejado de ingresar cada artista) como su afectación psicológica.
En cuanto al acompañamiento de las personas más afectadas, la oficina ha servido como canal de información de las diferentes ayudas que ha activado tanto la Generalitat como el Gobierno de España y se les ofrece a las personas afectadas material y asesoramiento para tramitarlas y que lleguen.
Algo similar ha activado la Associació de Professionals de la Il·lustració Valenciana (APIV): un plan integral para paliar las consecuencias en el sector de la ilustración, el diseño y el cómic. La asociación ha iniciado un diagnóstico detallado de los daños sufridos por los profesionales, en colaboración con la cooperativa sociológica La Dula, para evaluar la magnitud de las pérdidas materiales y económicas. A partir de esta información, se ha habilitado un servicio de asesoramiento que acompaña a los afectados en la solicitud de ayudas y subvenciones, además de ofrecer asistencia jurídica especializada. Asimismo, APIV ha impulsado un programa de atención psicológica junto a Psicólogas y Psicólogos Sin Fronteras, con sesiones grupales e individuales para gestionar el impacto emocional de la catástrofe.
Más allá de la recuperación inmediata, la asociación busca transformar el sector hacia un modelo más resiliente, participando en foros culturales y promoviendo campañas de concienciación medioambiental a través de la ilustración para hacer partícipes a los artistas de los desafíos sociales que plantea esta tragedia natural. Además, ha establecido alianzas con otras entidades para facilitar la donación y reparación de material tecnológico, clave para que ilustradores, diseñadores y autores de cómic puedan retomar su actividad.
La Federación Valenciana de la Industria Musical (FEVIM) ha puesto en marcha el programa Cànter, una iniciativa busca mitigar las pérdidas sufridas por músicos, técnicos y gestores culturales, pero también fortalecer el tejido musical valenciano a largo plazo. Para ello, combina actuaciones en las zonas afectadas, y promoción de bandas de música en festivales y salas, y oportunidades de internacionalización y formación.
En cuanto a los conciertos en municipios de la zona cero, el dinero del Ministerio permitirá pagar cachés para los artistas y devolver la música en directo a las localidades damnificadas. Además, los músicos afectados tendrán prioridad en el Circuit Viu y otros festivales de la Comunitat Valenciana. En el plano internacional, Cànter incluirá un programa de exportación musical y una jornada en la Fira Trovam de Castelló, donde se abordarán estrategias de resiliencia en el sector. La convocatoria, abierta a artistas de toda España, prioriza a aquellos que hayan sufrido pérdidas por la dana.
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- Fotografías dañadas por la Dana -
- Eduardo Manzana/EP
Por su parte, la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE) busca formar parte activa de la recuperación a través de su ámbito profesional. Su programa se basa en la experiencia Salvem les fotos de centra en restaurar bienes personales con valor histórico, artístico o documental dañados por la riada, combinando la intervención de especialistas con la implicación de la comunidad afectada: “Los bienes públicos y protegidos ya están siendo abordados por las diferentes administraciones. Nuestra idea es la de acceder a los archivos personales que no pueden ser asumidos desde lo público pero que también tienen un alto valor patrimonial y personal”, explica este diario Fernando Carrera. De esta manera, ACRE está coordinando el trabajo de profesionales de la conservación y la restauración y promoviendo el voluntariado en tareas que no requieren formación técnica específica.
Además de restaurar piezas y apoyar a talleres y profesionales del sector en las zonas damnificadas, la asociación está desarrollando alianzas con empresas e instituciones para fortalecer el alcance del programa y asegurar su sostenibilidad a largo plazo: “Nos tomamos esta oportunidad como un cambio de paradigma: muchos conservadores y restauradores solo han trabajado con bienes públicos o protegidos, y esto puede servir tanto para que la sociedad tome conciencia del valor de los archivos personales y la conservación como para nosotros como profesionales como una nueva vía de actuación. Es una pequeña revolución”.
En un plan de actuación más interna estaría Unión de Artistas Contemporáneos, de la que forma parte Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC). “Son realmente AVVAC los que desde el minuto cero han hecho todo el acompañamiento. Nosotros entendemos que la reconstrucción de la dana no solo es la recuperación de lo material sino también una oportunidad de repensar nuestra relación con nuestro territorio y repensar las políticas culturales”, explica Cyrille Larpenteur, presidente de Unión AC y también miembro de AVVAC. “La dana ha evidenciado la precariedad estructural del sector y la reconstrucción no puede ser un retorno a la normalidad, sino que tiene que ser una transformación para hacer el sector mejor”, añade.
En su caso, la línea de acción principal a la que destinan el dinero del Ministerio de Cultura será la de la reconstrucción de espacios para la producción artística con el fin de reestablecer el tejido afectado por la dana. La idea es generar espacios de trabajo en común que sea sostenible a largo plazo, y generar una red de talleres que, preferiblemente, se haga con la implicación de los municipios y otras administraciones públicas, ya que los fondos ni pueden ni quieren cubrir la rehabilitación de los espacios de trabajo privados e individuales.
Finalmente la Associació de Galeries d'Art Contemporani de la Comunitat Valenciana (LAVAC) va a destinar los fondos del Ministerio en un programa de exposiciones vitaminadas con estos nuevos fondos. “Entendemos que, a través de las galerías y todo lo que acompaña una exposición, se está reforzando el sector entero del arte contemporáneo”, explica Jorge López. La ayuda servirá para “fortalecer la creación de exposiciones” y pagar así más cómodamente transportistas, comisarios, artistas, catálogos, etc. El proyecto abarcará cinco exposiciones en cada una de las 16 galerías asociadas (si bien los artistas y profesionales no tienen que por qué ser valencianos o afectados por la dana): “Todas las acciones y fondos estarán fiscalizados por un agente externo. Creemos que este programa servirá para fortalecer un tejido cultural que es muy frágil, pero en el que el arte contemporáneo -más concretamente- es poco comprendido”.