BENIDORM. La ciudad de los hoteles imposibles, del ocio sin pausa, de las terrazas en diciembre y las playas de alta densidad se convierte ahora en escenario de una historia íntima, áspera y luminosa. Después de Kim, la nueva película de Ángeles González-Sinde, ha comenzado su rodaje en Benidorm. Lo que podría haber sido un destino de postal se convierte aquí en territorio emocional: un lugar donde dos vidas rotas se ven obligadas a convivir, a mirar hacia atrás y a avanzar sin certezas.
Protagonizada por Darío Grandinetti y Adriana Ozores, Después de Kim parte de una noticia devastadora: la muerte en España de una hija con la que ya no existía vínculo. Juan y Gloria, que llevan veinte años separados y viven en Buenos Aires, viajan hasta aquí para reconocer el cadáver de Kim. Pero al llegar descubren que ha dejado un hijo del que nadie sabe nada. A partir de ese instante, el viaje se transforma en otra cosa: una búsqueda urgente y una reconciliación improbable. Un thriller por fuera, pero una historia de afectos y silencios por dentro.
“El motor de la historia son los personajes, como en todas mis películas”, explica González-Sinde. “Quería explorar qué permanece de una pareja cuando ya no queda casi nada; qué vínculos siguen existiendo incluso cuando la familia se ha descompuesto”.

La película, adaptación de su propia novela homónima, está atravesada por esa tensión entre el pasado que pesa y el futuro que aún se resiste. Benidorm, con su mezcla de estridencia y melancolía, se convierte en un personaje más: sus rascacielos, sus urbanizaciones solitarias en invierno, sus calles que parecen no dormir nunca sirven de espejo a la distancia emocional entre los protagonistas. Acompañan en el reparto Gloria March, Cristina García, Karina Kolokolchykova, Kevin Brand, el niño Roger Aranda (en su primer papel cinematográfico) y una colaboración especial de Cristina Rosenvinge.
La producción, que es una alianza entre Voramar Films, Tornasol Media y Después de Kim AIE, cuenta con el apoyo de RTVE, À Punt, el ICAA y el Institut Valencià de Cultura (IVC). De esta forma, el rodaje se extenderá durante siete semanas por distintas localizaciones de Benidorm y Valencia. Posteriormente, el estreno en cines será distribuido por Karma Films.
Después de Kim es también una película sobre la tregua. La que uno se concede a sí mismo para seguir. La que, a veces, en medio del ruido, permite las segundas oportunidades.