ALICANTE.- La línea de continuidad del PP en la Comunitat Valenciana tiene muchos nombres. Casí todos recuerdan a aquellos que estuvieron en primer línea: los presidentes, algunos consellers, alcaldes...Pero también hay peones en la segunda línea que siempre han estado ahí, en los buenos momentos, y en los peores. Y uno de esos es Fernando Pastor Llorens (Alcoy, 1971), nombrado este miércoles como síndico-portavoz del PPCV en las Cortes Valencianas. Pastor ha sido cocinero antes de que fraile y ha pasado por casi todos los escalafones del partido, y por cargos instituciones. Ha sido ese peón paciente dentro del PPCV, siempre dispuesto a que el cartero tocara su timbre.

Siempre en una segunda línea, ahora le tocará defender cara a cara los postulados del PP en el Parlamento valenciano. El mismo que salió elegido en las elecciones de 2023, pero con un nuevo president, Juan Francisco Pérez Llorca. Bien sea por los equilibrios internos del grupo parlamentario para sustituir al propio Pérez Llorca como portavoz -debía ser alguien de la provincia de Alicante-; bien por su extensa hoja de servicios -incluida la defensa de Mazón en la comisión de la Dana de las Corts, la semana pasada-, la cuestión es que Fernando Pastor ha sido el elegido. Experiencia, desde luego, no le falta. Es diputado en el Parlamento autonómico desde 2015, cuando relevó a César Sánchez, que fue designado candidato a la presidencia de la Diputación de Alicante tras el veto de Ciudadanos a José Císcar. Por lo tanto, conoce al detalle el funcionamiento de la cámara autonómica y cómo debe ser su conexión con el Consell, y con el partido.

Quizás no sea un excelso orador, pero posiblemente sea el orador que ahora necesita el PPCV en pleno relevo presidencial y con la investigación judicial de la Dana goteando cada día. Pastor puede ejercer el papel de rotweiller tosco que necesite Pérez Llorca ante las andanadas de la oposición parlamentaria: para repeler al president, al de ahora, y al de antes, y para desviar el foco hacia la Moncloa. A Pastor no hay que explicarle nada: sabe del momento, y de los truquillos de las Cortes Valenciana para contrarestar al PSPV y a Compromís. Y lo más importante, es fiel a las siglas, y al que esté en este preciso momento; esto es, Pérez Llorca.

Y si, esa es una de las grandes virtudes de Pastor: saber nadar dentro del partido, fuera quien fuera el dirigente de turno. Y hacerlo desde muy joven. Y es que Pastor Llorens entró muy joven en la política. Incluso antes de que el propio PP conquistara el ayuntamiento de su ciudad, Alcoy. Fue asesor del grupo municipal en 1995; y concejal a partir de 1999. El PP ganó esas elecciones en Alcoy, pero no gobernó hasta el año 2000 con la espantada del socialista Josep Sanus. Durante 11 años fue regidor, primero de Urbanismo (con Miguel Peralta), y después de Turismo (con Jorge Sedano), no exento de alguna polémica.

En 2011, el PP perdió en Alcoy y se mantuvo cuatro años en la oposición hasta que en 2015 fue repescado para las listas autonómicas de 2015. No entró a las primeras, porque figuraba en el puesto 13 -y el PP obtuvo 12 escaños-, pero la dimisión de César Sánchez le permitió acceder a las Cortes Valencianas en septiembre de ese año, donde una vez más esperó su momento como látigo de Francesc Colomer en asuntos turísticos. 

Fue en enero de 2019, cuando entonces la dirección de Isabel Bonig y de José Císcar lo situó al frente de la campaña electoral de las generales y autonómicas de abril como coordinador en la provincia de Alicante. La confianza ganada le sirvió para repetir como diputado autonómico en el mandato 2019-2023. Con la llegada de Carlos Mazón a la presidencia del partido, primero, y a la Generalitat, después, sus votos de confianza quedaron renovados de nuevo. ¿Cuál ha sido el éxito para ello? Fernando Pastor siempre ha tenido la virtud de saber colocarse en el partido en ala ganadora, aunque previamente hubiera estado en la contraria. Con sigilo, sin buscar nada, sin hacer ruido, como un peón paciente, siempre confía en que el cartero llame a la puerta. El timbre ha sonado esta semana, sabedor de que estaba el lado bueno, y fiel a las siglas. Como dice la letra de la canción Jamás, de Camilo Sexto, "No dejaré de quererte jamás", del que Pastor Miralles es un confeso fan, como bueno alcoyano.