ELCHE. La Generalitat Valenciana, en una resolución notificada la semana pasada, rechaza la petición realizada por la Federación Valenciana de Caza (FVC), en representación de los titulares de 8 cotos de aves acuáticas, de que los respectivos planes técnicos de ordenación cinegética (PTOC) fueran modificados para que se volviera a autorizar la caza nocturna de aves acuáticas en los humedales del sur de Alicante. 

En una sentencia dictada en diciembre de 2024 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana consideraba que la caza nocturna de aves acuáticas se trata de un tipo de caza no selectiva que está causando un grave daño a la conservación de las poblaciones sudalicantinas de cerceta pardilla, una especie catalogada por el Gobierno de España como en situación crítica.

En esa sentencia el TSJCV aceptaba las tesis de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) en la demanda que presentó ante este tribunal contra la caza nocturna, aunque no la prohibía expresamente  como reclamaban los ecologistas, se limitaba a considerar los PTOC de los 14 cotos de aves acuáticas del sur de Alicante como "no ajustados a derecho", dejando la puerta abierta a que la Consellería de Medio Ambiente redactara unos nuevos planes técnicos con muy ligeras variaciones o como lo que ocurrió, que los cazadores presentaran una propuesta de modificación de los PTOC para aprobar de nuevo la caza nocturna.

Ésta no se hizo esperar y en mayo de este año la FVC presentó una solicitud para que se volviera a autorizar la caza de aves acuáticas con posterioridad a la puesta de sol. La petición se sustentaba en un denominado "estudio técnico" mediante el cual se pretendía demostrar que los cazadores podían identificar, durante el anochecer, las diferentes especies de aves acuáticas antes de efectuar el disparo.

Amigos de los Humedales fue muy crítico con el documento presentado por los cazadores por contener deficiencias en la metodología utilizada, como que los participantes en el mismo utilizaran prismáticos para la identificación de las especies ornitológicas, cuando es evidente que antes de disparar a un ave, generalmente en vuelo, no se utilizan binoculares para cerciorarse de la especie sobre la que se está disparando. Por otra parte, los ecologistas señalan que detectaron importantes errores de identificación en los censos ornitológicos contenidos en el mismo.

Durante la tramitación de la petición, el "estudio” aportado por la FVC fue informado por tres departamentos de la Consellería de Medio Ambiente, mientras que dos de ellos, Espacios Naturales y la Unidad de Caza y Pesca de Alicante consideraban que se debía autorizar la vuelta de la caza nocturna a los humedales sudalicantinos en base al documento presentado, un tercero, del departamento de Vida Silvestre, lo rechazaba con unos argumentos similares a los del colectivo ecologista con respecto a deficiencias en la metodología y fallos en la identificación de especies.

El grupo ecologista valora muy positivamente la decisión de la Generalitat Valenciana de no volver a autorizar la caza nocturna de aves acuáticas y afirma que ésta beneficiará sin duda a la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos sudalicantinos.