VALÈNCIA. Este viernes se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el cese del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Una formalidad necesaria para los siguientes pasos preceptivos al relevo del jefe del Consell que, no obstante, continuará como máximo responsable autonómico en funciones hasta que sea relevado por el nuevo jefe del Consell, ya sea a través de un acuerdo en Les Corts entre PP y Vox, o mediante la celebración de unas elecciones.

Ahora bien, está por ver qué pasará con los colaboradores más estrechos de Mazón, que le han acompañado desde que lograra auparse a la Generalitat en 2023. Un equipo reducido y leal que ha tratado de salvaguardar la imagen del jefe del Consell en los peores momentos de su mandato, que se han concentrado en este último año tras la Dana y que abocaron a la dimisión del presidente.

En ese círculo de confianza de Mazón se pueden incluir principalmente a su jefe de Gabinete, José Manuel Cuenca; el secretario autonómico de Relaciones Institucionales, Santiago Lumbreras; el secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García; la directora general de la Oficina de Prensa, Mayte Gómez; el director general de Comunicación, Paco González, o el asesor externo Josep Lanuza. Todos ellos, a excepción de Lumbreras, han sido citados a declarar recientemente como testigos por la jueza que instruye el caso de la Dana debido a las llamadas que mantuvieron en aquella jornada con la consellera de Emergencias, Salomé Pradas.

Fuentes populares consultadas por este diario consideran que las posibilidades de que estos altos cargos puedan continuar en sus puestos en la siguiente etapa, más allá de lo que deseen o no, son reducidas.

Así, si el nuevo presidente de la Generalitat es el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, todo apunta a que la decisión se dirigirá a poner distancia con el mandato de Mazón en lo que se refiere, no a las políticas de gestión, sino a la organización interna y a la comunicación externa. En este sentido, y pese a que se considera a Pérez Llorca una persona de confianza del propio Mazón, eso no impide que se produzca una reflexión respecto a la necesidad de iniciar una nueva etapa con fórmulas diferentes y altos cargos distintos. 

De hecho, en el PP no son pocos los dirigentes que consideran que a lo largo de la crisis posdana se han producido distintas estrategias comunicativas tanto en el ámbito externo como en el interno que en ocasiones no han sido acertadas. Es por ello que, tanto si accede al Palau Pérez Llorca como si, llegado el caso, se optara por otro dirigente, se da por hecho que la renovación en la cúpula de Presidencia será amplia.

En este sentido, distintas fuentes consideran que Mazón podría aprovechar las dos plazas de asesores de las que dispone en su condición de expresidente para, precisamente, incorporar a algunos de sus más directos colaboradores. Por otro lado, también existe la posibilidad de que el resto de altos cargos puedan ser resituados en otros puestos del Consell, aunque a priori lejos del núcleo duro de Presidencia.