VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps está convencido de que el Partido Popular puede obtener una victoria por mayoría absoluta en las próximas elecciones autonómicas si él es el presidente del partido y el candidato a los comicios. Una gesta que supondría la recuperación de la hegemonía ostentada por los populares en tiempos anteriores, pero que, en la práctica se antoja difícil por diversos motivos. La aritmética parlamentaria - con Ciudadanos en su día y ahora Vox - y los procesos para elegir nuevo líder del PPCV evidencian que el objetivo que persigue Camps no solo es ambicioso, sino difícil de alcanzar.

Camps cuenta con una amplia trayectoria en la gestión política al haber ostentado responsabilidades en el Ayuntamiento de València y haber sido Delegado del Gobierno en la Comunitat y presidente de la Generalitat Valenciana. "No encuentro ningún otro compañero que tenga este bagaje", consideraba este jueves en una rueda de prensa ante los medios de comunicación. El expresidente se siente avalado por su experiencia y rememora los tiempos al frente de una Generalitat tras victorias por mayorías absolutas, con "un gobierno estable" sin estar "pendiente de otro partido", en alusión a Vox. Una afirmación que supone un claro mensaje al expresidente Carlos Mazón y al actual jefe del Consell, Juanfran Pérez Llorca, quiénes han precisado del respaldo de la formación que dirige Santiago Abascal para sus respectivas investiduras.

Lo cierto es que Camps fue especialmente crítico con estos dos dirigentes en su comparecencia del jueves: aseguró que, pese a pedirlo, no pudo reunirse con Mazón ni antes ni después de la Dana que afectó a decenas de municipios valencianos el 29 de octubre de 2024. Mientras que, sobre Pérez Llorca, aseveró que nadie le llamó para invitarle a la investidura del nuevo president, aunque sí explicó que contactó con ambos presidentes para felicitarles tras sus respectivas investiduras. Unas declaraciones con las que trató de evidenciar sus desavenencias con quiénes han venido siendo los primeros espadas de la dirección del PPCV en los últimos años. 

La figura de Camps, en cualquier caso, genera un importante runrún en la formación a nivel autonómico en un contexto de transformación: la dimisión de Mazón al frente de la Generalitat y la presidencia del partido implicó un relevo en el que Pérez Llorca se erigió como protagonista. El exsíndic del PP fue investido president hace apenas dos semanas y espera alcanzar la presidencia del partido en los próximos días. En medio de este proceso, el nuevo jefe del Consell ha llevado a cabo una serie de acciones que le podrían evitar la ausencia de una fuerte oposición interna por parte de Francisco Camps. Una estrategia que podría resumirse en tres pasos:

1. Condescendencia verbal

Pérez Llorca ha tratado de restar importancia en los últimos días a las aspiraciones de Francisco Camps. "Admiro su optimismo", apuntó en un encuentro organizado por la Cadena SER el pasado martes sobre el hecho de que Camps crea que los populares pueden "sacar mayorías absolutas" o "hacer desaparecer a Vox". "Si ha encontrado la fórmula, seguramente tendrá que explicársela a -el líder del PP Alberto Núñez- Feijóo", apuntó antes de añadir que no pronunciaría "ningún tipo de comentario" que pudiera "ofender a un president que fue tratado muy injustamente por los partidos de la izquierda". 

Unas palabras con las que el jefe del Consell trató de escenificar su desacuerdo con los postulados campistas al dejar entrever que una mayoría absoluta es más un anhelo que una opción real dada la composición actual del parlamento autonómico. A su vez, con estas declaraciones, Pérez Llorca también buscó reafirmar su liderazgo al frente de dos organismos para los que la única oposición pública a día de hoy es la ejercida por el propio Francisco Camps.

El expresidente respondió a Pérez Llorca este jueves asegurando que no es "optimista", sino "realista": "Si alguien parte con la idea de que no va a ganar es imposible que lo consiga", apuntó. Lo cierto es que Camps no desaprovechó el momento para cargar contra la figura del nuevo jefe del Consell, del que recordó que era "secretario general" y "mano derecha" de Mazón. "Mazón fue el que eligió personalmente a Llorca", remarcó con el objetivo de vincular entre sí a ambos líderes populares. 

A la condescendencia verbal ejercida por Pérez Llorca en los últimos días, también se suma la ausencia de encuentros entre ambos dirigentes - más allá de una breve llamada - y el hecho de que el nuevo president "nunca" haya asistido a los actos y presentaciones de libros organizadas por Camps, de igual manera que hizo Mazón durante su periplo al frente de la Generalitat.

2. Altos cargos de la era Camps en el nuevo Consell

Por otro lado, el nuevo jefe del Consell ha incorporado en el Gobierno valenciano varios dirigentes de época en que Camps fue presidente. Una fórmula con la que Pérez Llorca suma al Ejecutivo autonómico figuras con experiencia en cargos de responsabilidad en la Administración valenciana a la vez que trata de debilitar a Camps. En concreto, se pueden vincular al expresidente tres nuevos altos cargos del Consell, todos ellos en el conocido como 'núcleo duro' de Presidencia. 

Es el caso de la secretaria autonómica de Presidencia, Henar Molinero, vinculada al sector cristiano de los populares. Molinero fue la secretaria general de la fundación Encuentro Mundial de las Familias con motivo de la vista del Papa Benedicto XVI en 2006. En 2007, fue nombrada subdirectora de Análisis en el gabinete de Camps. En 2009, ascendió a directora general de Organización y Coordinación, puesto que desarrolló hasta 2011. Con la llegada de Alberto Fabra a la Presidencia de la Generalitat fue cesada y, posteriormente, designada directora general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Previamente, Molinero había sido la secretaria general de la fundación Encuentro Mundial de las Familias con motivo de la visita del Papa a València en 2006.

Por su parte, el nuevo secretario autonómico de Análisis, Estudios y Políticas Públicas, Jacobo Navarro Peralta desarrolló labores como asesor en Presidencia durante la época de Camps y, posteriormente, ejerció las labores de subdirección de Análisis que había dejado Molinero en 2009. Tres años después, ya con Alberto Fabra como jefe del Consell, fue nombrado director general de la Agència Valenciana d'Avaluació i Prospectiva (AVAP).

A estas dos figuras se suma la de Ramón Navarro como responsable de la oficina de prensa de Presidencia. Navarro desarrolló funciones como director de comunicación en la Generalitat Valenciana en el periodo 1999-2015.

3. Transición rápida en el PPCV

Más allá de escenificar distancia con Camps y fichar algunas de las figuras más relevantes del 'núcleo duro' de su Consell, el golpe de efecto de Pérez Llorca en la estrategia de desactivación pasa por una transición breve y ordenada al frente del PPCV. Los populares deberían haber celebrado un congreso regional el pasado mes de julio, pero la dirección nacional del partido lo fue aplazando aludiendo a que la prioridad debía ser la reconstrucción. En el último, que data del 3 de julio de 2021, Mazón fue proclamado presidente con el 99,6% de los votos.

Tampoco se prevé que el relevo de Mazón al frente del PPCV se lleve a cabo a través de esta fórmula. Desde Génova rechazan la idea de celebrar un congreso a corto plazo, por lo que se espera que Pérez Llorca sea designado presidente con la elección de una nueva propuesta mediante el Comité Ejecutivo con ratificación posterior de la Junta Directiva Regional. De esta manera, la dirección nacional del partido tiene más tiempo para evaluar el nuevo presidente antes de la celebración de un congreso. 

Una estrategia que choca con los intereses de Camps, que aspira a volver a presidir el PPCV mediante un congreso abierto a la militancia, "sin límite alguno" para votar, en el que se pueda "renovar el discurso" de la formación. Durante la rueda de prensa de este viernes, el expresidente aseguró que no contempla un escenario de aplazamiento indefinido de un congreso, por lo que cree que éste debería llevarse a cabo en "marzo, abril o, como muy tarde, en junio". 

La reivindicación de un congreso por parte de Camps resulta lógica atendiendo a sus objetivos y al hecho de que debería haberse celebrado hace medio año, pero cabe recordar que no siempre ha sido la fórmula en las que se han elegido nuevos líderes regionales. Por ejemplo, Alberto Fabra relevó a Camps siendo elegido por la Junta Directiva, mismo proceso que se plantea para Pérez Llorca. También se utilizó para la llegada de Camps en 2004 en sustitución de Eduardo Zaplana. El proceso fue especialmente tenso por las pugnas internas en la formación, por lo que se abogó por este mecanismo en el mes de abril y se convocó un congreso en noviembre en el que Camps fue elegido con el 78% de los votos.

Si Pérez Llorca llega finalmente a liderar el PPCV a través de la fórmula señalada, podría concurrir a un congreso desde una situación claramente más cómoda al presentarse siendo president de la Generalitat Valenciana y líder del partido. Con ello, las opciones de Camps de ser ejercer oposición fuerte sobre este dirigente y volver a presidir el partido quedarían mucho más diluidas.