VALÈNCIA. Hay quien para irse a dormir se pone a contar ovejas, una enmienda un tanto aburrida -y a veces un poco desesperante- que evoca al sueño. Por otro lado, hay quien prefiere contarse historias de terror... como aquella declaración fallida frente a un amor de la infancia o los diez mejores ridículos de los últimos años. Ambos relatos, tan válidos como reales, hacen ver que todo el mundo forma parte de un enorme rebaño: "Todos somos iguales, no somos especiales" es un mantra tan desesperante como real.
Nos contamos las mismas historias de cama en cama y de ciudad en ciudad para poder descansar de la vida que nos atormenta. Estas historias, las de terror y ridículo, forman parte de Lo sabes aunque no te lo he dicho (Astiberri) el segundo trabajo de la autora e ilustradora Candela Sierra en el que emplea un humor ácido para retratar la sociedad que le rodea entre viñetas. A través de historias que podrían contarse en cualquier rellano Sierra escribe y dibuja su obsesión por entender el mundo que le rodea.
“En el guion busco retratar a todas esas personas y situaciones que se repiten a todas horas. El libro empezó con una de las historias y fue creciendo poco a poco”, comenta la autora, quien tras reírse del “universo fantástico” del diseño en Rotunda se aventura con una historia más de a pie para recabar ideas que le permiten retratar a la sociedad contemporánea. “Para mi es una lectura divertida y sanadora, me rio del narcisismo y de los perfiles cotidianos dándoles un nuevo toque. Muchas veces surge el chiste antes que el propio contenido, o la idea surge de un rasgo de personalidad… poco a poco todos se van convirtiendo en una especie de personajes de mierda”, recalca.