ELCHE. Comienzan unas de las fiestas más esperadas de los últimos años. Más de 5.000 personas han dado la bienvenida a las celebraciones patronales en honor a la Virgen de la Asunción en la Plaça de Baix, de la mano del refrescante pregón de la cantante Blanca Paloma, que ha sabido ganarse los corazones de los presentes pronunciando un apasionado discurso desde el balcón del Ayuntamiento en torno a elementos históricos, culturales y tradicionales que nos vinculan a todos los ilicitanos con independencia de la época, condición social e incluso lugar de origen. Incluso ha sorprendido a los presentes en el cierre de su intervención entonando a capella una coplilla que ha definido como su “particular homenaje” a Elche, a sus fiestas y a su Virgen, arrancando una cerrada ovación.
“Ilicitanos e ilicitanas, tenemos sed de fiestas. Llevamos dos años sin fiestas y la emoción se nos ha acumulado. Hemos pasado tiempos complicados que nos han demostrado que somos una gran familia”, ha manifestado tras agradecer la confianza depositada en ella “para dar el pistoletazo de salida a les Festes de Agost”. “Porque, aunque vengan crisis, quiero creer que cada vez somos más abiertos y estamos más preparados para seguir dándolo todo y salir adelante como ya lo hicieron nuestras abuelas y abuelos que nos dejaron el valioso legado de regar esta tierra con inteligencia y amor”, ha continuado.
Junto al alcalde, Carlos González, la concejala del área, Mariola Galiana, las reinas y damas de las fiestas, representantes de los entes festeros y los portavoces de los grupos municipales, la artista altetana, que con su participación el pasado 30 de enero en el Benidorm Fest aspiró a representar a España en Eurovisión 2022, ha sido galardonada en el transcurso del acto con el Ram d’Or y tenido palabras de recuerdo para el personal sanitario, a quienes ha dedicado el pregón “por su ardua y ejemplar labor” en los momentos más crudos de la pandemia.
En el plano más personal, Blanca Paloma se ha definido como amante de su ciudad, lugar donde comenzó sus primeros pasos “hacia la persona que quiero ser”, dando las gracias a la vida, a sus padres y abuelos y a Elche, “pues aquí comencé a formarme y aunque uno siempre sigue aprendiendo me llevé lo más importante: el respeto y amor a la historia que nos precede y las ganas y el coraje de mirar de frente a un futuro que nos aliente a luchar por nuestros sueños”, ha enfatizado la graduada en Bellas Artes por la Universidad Miguel Hernández (UMH), exalumna del IES Misteri d’Elx y cantante autodidacta que en la actualidad se desempeña en el teatro, concretamente en el mundo de la escenografía y el vestuario. Recientemente, su versión de ‘Niña de fuego’ —originalmente compuesta por Manuel Quiroga y Manuel de Falla—, será empleada por Turisme Comunitat Valenciana para una de sus campañas.
“Cantar es el idioma universal con el que me siento más libre”, señaló. Pese a reconocer que le queda “camino por recorrer” y que trabajar en el sector artístico “es una de las hazañas más temerarias que he experimentado”. Si bien ha acreditado la existencia de referentes que le han inspirado, impulsado y reconocido. “Desde pequeña me gustaba bailar, pintar, cantar y poco a poco entendí que no solo nos comunicamos con palabras. Desde entonces el arte se ha convertido en mi arma más poderosa”, ha destacado. Y ha señalado que, cuando las palabras no alcanzan para expresarse, “solo nos queda brindar por los tiempos mejores que aún están por llegar”, con “el olor balsámico de la pólvora, que hace borrón y cuenta nueva cada año” y “la luz esperanzadora de la gran palmera de la Nit de l’Albà en honor a la que vino por el mar: la Virgen Morena, patrona de nuestra ciudad”.
A continuación, Blanca Paloma, vestida para la ocasión por el joven diseñador ilicitano Yvan Andreu, ha exaltado la belleza reunida en las pedanías y barrios del municipio y el patrimonio ilicitano “construido entre todos”, y la pujanza del sector industrial y agrícola. Pero se ha detenido en algo que nos identifica como pueblo: las palmeras, las cuales, cada una de ellas, “son únicas como cada uno de nosotros”, como ese paisaje trufado de ellas, las palmas blancas del Domingo de Ramos, la Palmera Imperial o “la palmera de fuego” de la Nit de l’Albà, siendo el palmeral “un símbolo místico del que aprender”.
De igual modo, ha descrito como “el mayor símbolo místico” a la propia Mare de Déu, “protagonista del Misteri, que es toda una inspiración por la sofisticación de sus melodías, sus versos y su puesta en escena”. Y con motivo del 125 aniversario del hallazgo de la Dama de Elche, conmemorado en la jornada de ayer, Blanca Paloma se preguntaba si conseguiremos que el busto íbero al fin vuelva y cómo vamos a recibirlo.