ALICANTE. El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, insiste y se ratifica "íntegramente" en las explicaciones facilitadas el miércoles en la controversia sobre la contratación y posterior destitución de Miguel Ángel Redondo como asesor municipal, después de que trascendiese que era un conocido de la edil no adscrita, Nerea Belmonte, y que colaboró con la Concejalía de Acción Social en la etapa en la que ella desempeñaba esas competencias. Así, el primer edil ha insistido en que él desconocía las informaciones que se han conocido a través de los medios de comunicación y que, al conocerlas, tomó las medidas oportunas, en alusión a su cese.
La confirmación de esa versión se ha producido como respuesta a la decisión de tres de los cuatro grupos de la oposición municipal, PSOE, Guanyar y Compromís, de dar traslado a la Fiscalía de la información relacionada con el contrato de Redondo para que abra una nueva línea de investigación, en el marco de las diligencias que se siguen sobre la supuesta oferta de un sueldo de 3.500 euros para influir en la posición de voto de Belmonte ante la celebración del pleno de elección de nuevo alcalde.