ALICANTE. El reconocimiento de calidad y de servicios, otorgado por primera vez a la playa de l’Espigó en forma de Bandera Azul, se suma al de La Roda, Cap Blanc y el Puerto Deportivo, que está gestionado por el Club Náutico de Altea. Una distinción que se basa en criterios de información y educación ambiental, calidad del agua, seguridad y servicios. Características que estas playas cumplen con creces.

La obtención de este nuevo galardón para la playa de l’Espigó y la conservación de las demás banderas izadas es un reconocimiento a la gestión que lleva a cabo el Ayuntamiento del municipio alicantino. Y es que Altea es uno de los destinos más visitados de la Comunitat Valenciana y se esmeran en tener todo a punto. La localidad cuenta con ocho kilómetros de costa que dibujan un paisaje en el que se alternan acantilados con tranquilas playas y zonas de baño en las que destacan los característicos cantos rodados. La costa alteana ofrece un bello y heterogéneo paisaje en el que llama poderosamente la atención el impresionante Morro de Toix, la terminación en la mar de la sierra de Bèrnia, acotando la bahía por la zona norte. Una amplia ensenada de calas y playas que se suceden hasta alcanzar el espigón del puerto de Altea. Y, a continuación, la playa de Cap Blanc completa la oferta de espléndidas zonas de baño con aguas cristalinas que permiten disfrutar cómodamente del mar Mediterráneo en todo su esplendor.

La playa de l’Espigó

Recuperada recientemente, es fruto de la restauración medioambiental de la fachada costera, de más de seiscientos metros, a la que se le suma el paseo marítimo que comunica con la desembocadura del río Algar. Esta playa urbana goza de una situación privilegiada al encontrarse en la zona más céntrica de Altea, en pleno paseo marítimo y muy cerca del Casco Antiguo. La playa cuenta con una amplia oferta de servicios, como toldos, hamacas y sombrillas, chiringuito y socorrista. Además, la nueva playa está adaptada para personas con movilidad reducida.