ALICANTE. Comienzo de nueva etapa para el mercado de artesanía de La Explanada de Alicante después de 40 años de permanencia en el paseo turístico. Al menos quince de los comerciantes que lo conforman, conocidos popularmente como los hippies, han iniciado el procedimiento para que pueda producirse su traslado hasta la segunda línea del paseo portuario, en el espacio comprendido entre el edificio de la Lonja de Pescado y las atracciones del Mundo de los Niños. A ese primer grupo podrían sumarse otros tres, que estarían meditando opciones, según fuentes del colectivo. Con todo, otro grupo de vendedores se ha decantado ya por la decisión de no continuar, al estar en disposición de jubilarse o por no poder afrontar los gastos que conllevaría su reubicación. De hecho, algunos de ellos ya han dado inicio al desmontaje de sus puestos en lo que supone su cierre definitivo.

En principio, el propósito de los comerciantes que sí se han acogido a la alternativa de la relocalización es que sus puestos puedan recuperar la actividad entre finales de marzo y principios de abril, en cuanto se complete el proceso administrativo necesario para que la Autoridad Portuaria les conceda el permiso de ocupación de los terrenos y pueda acondicionarse con la instalación de las acometidas de servicios (básicamente, el suministro eléctrico). Una posibilidad que seguiría en pie, según los contactos mantenidos entre representantes de la Asociación de Vendedores de La Explanada (AVE) y reponsables de la Autoridad Portuaria.

Eso sí, el traslado de las casetas podría anticiparse, con la previsión de que pueda acometerse desde el mismo momento en el que se confirme la concesión de esa autorización. Con ello, se pretendería evitar que sea el Ayuntamiento quien promueva su retirada de forma subsidiaria, el 25 de febrero como fecha máxima, repercutiendo, después, los costes del proceso a sus titulares (en torno a 33.000 euros, según la estimación municipal notificada a los vendedores). Así, el transporte de los puestos hasta el entorno del edificio de la Lonja del Pescado podría producirse a partir de finales de la próxima semana. Es decir, días después del plazo de cinco días hábiles que se les había concedido para su desmantelamiento en periodo voluntario, que concluye el próximo martes.

Esa circunstancia conllevaría que los comerciantes tuviesen que quedar expuestos a la posible imposición de sanciones por cada día de retraso. De ahí que el colectivo haya presentado en el registro municipal una nueva comunicación en la que informa sobre los plazos necesarios para su traslado con el fin de buscar un posible aplazamiento de esas hipotéticas penalizaciones.

La mitad de puestos

La alternativa de la reubicación de los puestos en el paseo portuario tendrá una primera consecuencia evidente: la reducción del tamaño del mercado. En concreto, el nuevo emplazamiento acogería a cerca de la mitad de los 30 puestos instalados ahora en La Explanada. "Es una injusticia que se haya llegado a esta situación", explican portavoces de la asociación. "Por eso hemos planteado desde el principio que se procurase una solución que permitiese la continuidad de todos los puestos, ya que hay comerciantes que no pueden asumir la inversión que va a suponer el traslado", añaden. 

En concreto, al margen de los costes del transporte, los comerciantes deberán asumir el pago de las nuevas tasas de ocupación por el uso del espacio portuario, además del repintado y adaptación de las casetas, y el importe que conlleve la instalación de servicios y la tramitación del proyecto a presentar ante la Autoridad Portuaria. En su conjunto, los propios vendedores estiman que deberán abordar un desembolso de 15.000 euros por cada puesto. "Es una apuesta arriesgada, porque falta que el espacio acabe respondiendo a las expectativas de asistencia de público", concluyen.