ALICANTE. El futuro de la planta de tratamiento de residuos de Alicante no solo pasa por la modernización de su maquinaria para mejorar su capacidad de rendimiento. La operatividad de las instalaciones de titularidad municipal queda ligada también a la puesta en marcha de un proyecto de ampliación de su zona de vertido, en la que se deposita la fracción resto de desechos sobre la que ya no existe posibilidad de reutilización o reciclaje. Cuando menos, esa es la posición en la que confluyen las tres empresas que asumen su explotación en la actualidad, agrupadas como UTE Alicante, en la programación que ya han planteado por separado para optar al nuevo contrato de concesión: PreZero, de forma individual, por un lado, y FCC y Civica, tras configurar una nueva alianza, por otro.
Los dos estudios de viabilidad de iniciativa privada registrados por PreZero y por FCC y Cívica aportan como mejora indispensable para garantizar el futuro de la planta la ampliación del vaso de vertido número 4 al constatar que se encuentra prácticamente al borde de su capacidad, al final de su vida útil. En concreto, el estudio presentado por PreZero llega a apuntar que las celdas 1, 2 y 3 ya se han ocupado en su totalidad y que la celda 4 "tiene una capacidad remanente, a 30 de junio de 2024, de 1.000.026 toneladas". Se trata de una situación que desembocaría en su colmatación en el horizonte del año 2037, según añade la compañía. Y ello, a pesar de que se lleve a cabo tanto la separación de residuos en origen, lo que facilita su clasificación y tratamiento, así como el conjunto de actuaciones también previstas en ambas propuestas de gestión para incrementar la tasa de aprovechamiento y reciclaje. Es decir, el camino para reducir el porcentaje de residuo que acaba en vertido. Según las previsiones apuntadas por PreZero, esa reducción en el volumen de vertido final quedaría contrarrestada con el aumento de generación de residuos que propiciará el incremento poblacional y la posible llegada de residuos de otros planes zonales.
De ahí que tanto PreZero como FCC y Cívica programen la ampliación de esa cuarta celda, sin llegar a promover la construcción de un hipotético quinto vaso de vertido. En concreto, PreZero plantea canalizar esa expansión de la celda 4 ocupando parte el espacio existente entre el antiguo vertedero y el actual con el fin de ampliar la capacidad remanente del vertedero en 994.244 toneladas. "En estas condiciones, la vida útil del vertedero irá más allá de los 20 años" para los que se diseña su propuesta de gestión, según añade el estudio. Es más, la compañía señala que, en el caso de que no se programe esa ampliación, debería recurrirse al traslado de residuos a otras plantas a partir del año 2036, con el consiguiente impacto que ello conllevaría en términos de contaminación por el trasiego de vehículos en circulación.
Por su parte, la propuesta de FCC y Cívica coincide a grandes rasgos en ese diagnóstico al apuntar que "la celda 4 actualmente en explotación se encuentra adaptada a los requerimientos aplicables establecidos en el anterior Real Decreto 1481/2001 en materia de impermeabilización, control de aguas, gestión de lixiviados, control de gases y estabilidad, pero está cercana al final de su vida útil. Por tanto, la capacidad restante no es suficiente para las necesidades actuales, por lo que en este estudio de viabilidad se planteará como un posible modificado del contrato su ampliación por medio de la ejecución de la celda 4bis".
Nuevas instalaciones
En este sentido, PreZero apunta, además, que, al margen de esa situación de saturación a poco más de diez años vista se extiende también a su funcionamiento actual al apuntar que el centro de tratamiento de residuos "se encuentra al límite de su capacidad". "En particular, en la planta de clasificación, con una capacidad actual de 30 t/h, trabaja a 4 turnos operativos diarios más 1 turno adicional los domingos, durante 299 días al año, para poder procesar la totalidad de las toneladas entradas en planta, es decir, un régimen de trabajo que no deja margen para absorber puntas de generación de residuos, ni paradas por avería", señala.
- Plano de las instalaciones del centro de residuos de Alicante. -
- Foto: AP
Se trata de un análisis compartido por FCC y Cívica, quienes también justifican "la necesidad de modificación y ampliación" del centro de tratamiento a partir de la exposición de dos circunstancias. Por un lado, su estudio apunta que "la instalación actual está al límite de su capacidad, sin margen para absorber puntas de producción adicionales o paradas de planta por averías; mientras que los porcentajes de rechazo a eliminación están lejos de los objetivos previstos en la Ley 7/2022". Y por otro, sostiene que se requiere dotar a la planta "de las infraestructuras necesarias para el tratamiento de los nuevos flujos de residuos procedentes de las nuevas recogidas selectivas de obligada implantación, según lo establecido en la Ley 7/2022, y fundamentalmente para el tratamiento diferenciado de los residuos orgánicos de recogida selectiva y residuos voluminosos".
De ahí que ambas propuestas -con las que anticipan su interés por optar a la futura explotación de la planta- detallen todo un paquete de actuaciones de mejora con la construcción de nuevos equipamientos que implantarían en las instalaciones, en el caso de resultar adjudicatarias del futuro contrato. Entre ellas, plantean la puesta en marcha de nuevos recursos que permitan optimizar la generación de biogás como elemento energético. En esta línea, PreZero incluye una planta de clasificación mixta para el tratamiento de la fracción resto, que tendría capacidad para procesar 80 t/ho; una planta específica para el tratamiento del biorresiduo (los restos orgánicos); la implantación de una línea para la producción de combustible sólido recuperado; una nave para el compostaje de residuos vegetales; e incluso, la posiblidad de dotarse de una planta de tratamiento de envases que pondría fin a los traslados hasta la planta de transferencia de Benidorm, entre otras actuaciones.
FCC y Cívica, por su parte, apuesta por ejecutar una modificación y ampliación de la instalación de pretratamiento de la fracción resto, la planta de clasificación, que permitirá mejorar la separar los residuos recuperables de contenidos respecto a los restos orgánicos; la extensión de la playa de descarga de residuos; la construcción de una depuradora para mejorar el tratamiento de los lixiviados; la instalación de una planta para la fabricación de combustible sólido recuperado; la adecuación de la zona de tratamiento de residuos inertes y de residuos vegetales; la renovación del sistema de captación de biogás para evitar pérdidas; y la implantación de una planta fotovoltaica de 300kw en las cubiertas de las instalaciones, además de la remodelación de los accesos al conjunto del recinto del centro de tratamiento, situado en la partida de Fontcalent.
Para ello, cada una de las dos propuestas plantea un plazo distinto de explotación, así como una cuantía inversora adaptada a sus propia planificación. En esta línea, PreZero contempla un proyecto de obra y explotación por un periodo de 20 años (2026-2046) con una inversión de 93.197.000 euros; mientras que FCC y Cívica abogan por un proyecto para un periodo de 14 años (2 de obra y 12 de explotación) y una inversión de 54.209.578,25 euros.
Hasta el momento, no se ha concretado cuál puede ser el plazo de explotación definitivo por el que se pretende licitar el nuevo contrato. Esa incógnita debe quedar despejada en la segunda mitad de este año, cuando el departamento municipal de Limpieza prevé convocar ese concurso, con la previsión de que pueda disponerse de un nuevo adjudicatario en torno al mes de marzo 2026. En paralelo, ya se ha anticipado la próxima concesión de una prórroga extraordinaria respecto al contrato actual, de nueve meses de duración, toda vez que la última extensión de su duración vence el próximo 31 de agosto.
