ALICANTE. Circunstancia imprevista, inversión en suspenso. Las obras de prolongación del Corredor Mediterráneo hasta la ciudad de Alicante se enfrentan a un contratiempo inesperado que han forzado al ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a desistir de la ejecución de un proyecto que suponía una inversión de 51 millones (impuestos incluidos) para la implantación de instalaciones de seguridad adaptadas a las futuras condiciones de explotación en ancho mixto en el tramo del trazado ferroviario comprendido entre La Encina y Alicante, como inversión paralela a las obras de adaptación del tercer carril de ese recorrido, y de la nueva configuración de vías adaptadas para trenes de hasta 750 metros. El concurso para la contratación de esos trabajos quedó convocado el pasado mes de mayo. Y ha quedado descartado ahora, a través de una resolución firmada por el director de Obras y Contratación de Adif el pasado 17 de febrero. ¿El motivo? La previsible falta de adecuación del sistema que se había requerido en el pliego de condiciones respecto a las condiciones establecidas por en el nuevo reglamento europeo para los proyectos que forman parte de la red transeuropea de transporte.
En concreto, en las bases del concurso se establecía la obligación de dotar a ese trazado del sistema de seguridad ERTMS de nivel 1 cuando ese nuevo reglamento sobre la red transeuropea establece que debe incorporarse ese mismo sistema, pero en su nivel 2. Así, Adif ha optado por cancelar ese proceso de contratación, sobre el que todavía no se había producido una propuesta de adjudicación (de hecho, en junio ya se adoptó el acuerdo de suspensión del plazo de presentación de ofertas, por motivos que no han trascendido), con el propósito de confirmar esa exigencia de nivel superior antes de volver a convocar una nueva licitación. Por el momento, Adif no dispondría de plazos concretos para que pueda producirse el lanzamiento de ese segundo concurso, que debe dar alas al despliegue de nuevos equipos de control, mando y señalización para el tercer carril.
Asimismo, esa inversión comprende la adecuación de los bloqueos (sistemas de gestión del tráfico y de señalización) a la nueva configuración de explotación de la línea. Y se renovarán los sistemas de protección del tren, contadores de ejes y la nueva señalización luminosa LED, además de la incorporación del citado sistema ERTMS. Además, la modificación de los esquemas de vía contempla la instalación de accionamientos eléctricos de aguja aptos para desvíos de 3 carriles, y se instalarán accionamientos eléctricos en los cambiadores de hilo, según precisaron fuentes de Adif, al dar a conocer la licitación del proyecto. Por último, también se llevarán a cabo operaciones de obra civil, edificios técnicos, nuevos nodos de comunicación, centros de transformación y cables de señalización.
Eso sí, portavoces oficiales consultados por Alicante Plaza indicaron que ese contratiempo en la contratación de esa inversión no supondrá la paralización del proyecto matriz: las obras de implantación de ese tercer carril de ancho estándar en desarrollo del Corredor sobre ese tramo concreto, toda vez que se trata de dos contratos paralelos distintos. Por un lado, la ejecución de los trabajos que afectan a la infraestructura: la instalación de vías propiamente dichas. Y por otro, el contrato relacionado con la superestructura: los sistemas de comunicación y seguridad, en los que encaja el ERTMS como mecanismo de bloqueo de la circulación de los trenes, en el caso de que se detecte algún tipo de incidencia en el recorrido.
Por lo pronto, el consejo de ministros aprobó la convocatoria del concurso para contratar las obras de adaptación de ese tramo de 75 kilómetros comprendido entre el nudo de La Encina y la entrada de la estación de Alicante el pasado mes de julio por un presupuesto de más de 183 millones y, según portavoces de Adif, ya se habrían puesto en marcha sus primeras obras, sin que la suspensión del contrato sobre los sistemas de seguridad (la superestructura) supongan ninguna incidencia en su desarrollo. Eso sí, debería tratar de acompasarse la contratación del sistema de seguridad para que ese tercer carril pudiese entrar en funcionamiento sin demoras.
Desde el Vinalopó hasta la capital
Los trabajos que afectan a la adaptación de la infraestructura de ese tramo ferroviario se extienden en el trazado que discurre por las comarcas de l'Alt Vinalopó, el Vinalopó Mitjà y l'Alacantí, conectando los municipios de Villena, Sax, Elda, Monóvar, Novelda, Monforte del Cid, Agost, Sant Vicent del Raspeig y Alicante. Según la información precisada por el Ministerio de Transportes en el momento en el que se aprobó la autorización para la contratación de esas obras, el proyecto contempla la implantación del ancho mixto en vías generales y vías de apartado. Para ello, se retirará el armamento objeto de renovación, se instalarán nuevas traviesas mixtas y se desplegará balasto y carril. Asimismo, se colocarán nuevos aparatos de vía de ancho mixto, que darán servicio a las vías renovadas, y se ejecutarán mangos de seguridad en cabeceras de estaciones para cumplir con los requisitos de control, mando y señalización.
- Plano del tramo La Encina-Alicante. -
Además, se construirán vías de apartado para trenes de mercancías de hasta 750 metros en las estaciones de Caudete, Sax y Monforte del Cid y se adecuarán la longitud, altura y anchura de andenes. Además, otras actuaciones destacadas consisten en la adaptación de estructuras para el cumplimiento de gálibos; protección contra impactos y dimensiones estándar interoperables para su integración en el mapa de autopistas ferroviarias; la adecuación de la sección y gálibos del túnel de Elda; la mejora del drenaje transversal y la adaptación de la catenaria -manteniendo el sistema de 3 kV- para una futura conversión a 25 kV, según las mismas fuentes.
En el momento en el que se autorizó su licitación, Transportes consideró ese proyecto como una obra estratégica para el avance del Corredor, junto a la implantación del ancho estándar entre La Encina- Bifurcación Xàtiva, en su conexión con el baipás de Almussafes-València Font de Sant Lluís, ya que hará posible que los trenes de mercancías tengan continuidad en ancho estándar, tanto en dirección sur -conectando con Andalucía y Murcia- como hacia el norte, siguiendo por la Comunitat Valenciana, Cataluña y el resto de Europa.
