ALICANTE. Nueva fase de intervención -en principio, la última- en el Observatorio de Medio Ambiente de Alicante: el edificio de titularidad municipal concebido como espacio para la divulgación del medio natural, y para la promoción de su conservación, construido con fondos Feder (a través del Plan Urban 2007-2013) en 2012, en la franja central de la Vía Parque.
El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), adjudicó hace dos semanas a Inelsa Ingeniería Infraestructuras la que pasa por ser una de las últimas actuaciones previstas para completar la construcción del inmueble que parte con el objetivo de preservar su integridad frente a posibles actos vandálicos como los que ya han propiciado la ruptura de cristales, entre otros desperfectos. Se trata de la construcción de un vallado perimetral, en el que se prevé una inyección de otros 143.000 euros (143.627), con un plazo de ejecución de solo dos meses.
El inicio de los trabajos debería producirse de forma inminente, según concretó este martes el vicealcalde y edil de Medio Ambiente, Manuel Villar, durante la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta de Gobierno. A partir de ahí, solo restaría abordar el acondicionamiento de la biblioteca y de una sala polivalente para acoger la celebración de distintas actividades.
De hecho, según apuntó Villar, se trata de dos espacios que permitirán relanzar el funcionamiento del Observatorio al ampliar las posibilidades de organización de eventos y de actividades de divulgación, al margen de la programación ya disponible, en la que se incluyen visitas escolares, por ejemplo. En principio, se prevé que esos dos nuevos espacios -ya anunciados durante la tramitación de los presupuestos de 2022- puedan abordarse en los próximos meses, "en cuanto se disponga de una partida liberada para ello en la concejalía", según apuntó Villar.
Con ello, se daría por concluida la construcción del edificio 12 años después de que se iniciasen las obras y de que se tuviese que lidiar con distintas dificultades como el aumento de costes, o la rescisión del contrato con la empresa a la que se le adjudicó su construcción. Las obras se adjudicaron a finales de 2011, bajo el mandato de la popular Sonia Castedo, a la empresa Ortiz Construcciones y Proyectos SA por 982.808 euros, IVA incluido, y deberían haber estado terminadas en agosto de 2013.