ALICANTE. Alicante ajusta por segundo año consecutivo la celebración de la Santa Faz para adaptarla a las medidas de prevención de contagios frente a la covid-19. Lo hace tras mantener la jornada del próximo jueves 15 de abril como festivo local, con un amplio dispositivo de seguridad para evitar la formación de aglomeraciones tanto en el entorno del Monasterio como en las playas y en los locales de hostelería del Centro. Todo, además, en un contexto en el que se mantiene el segundo festivo local reservado para la celebración de las fiestas de San Juan en la fecha prevista hasta ahora, el próximo 23 de junio, a la espera de que se pueda evaluar si la evolución de la pandemia y el avance en la dispensación de la vacuna permite organizar la celebración de les Fogueres en un calendario alternativo, entre los meses de agosto y septiembre.
Así lo ha confirmado este viernes el propio alcalde, Luis Barcala (PP), al asegurar que todavía es pronto para tomar decisiones sobre ese posible calendario alternativo, sin llegar a pronunciarse sobre la existencia de reuniones de coordinación con el Ayuntamiento de València para evitar una hipotética coincidencia con las Fallas, aunque ha dejado la puerta a que pueda acordarse el traslado de ese festivo de junio, en el caso de que resulte oportuno para que los monumentos puedan salir a la calle en el margen de cuatro o cinco meses.
Por partes. Por lo que respecta a la celebración de la Santa Faz, tanto el primer edil como el campellón de Santa Faz, José Luis Casanova, han concretado que, como ya sucedió en 2020, se celebrará la tradicional misa a las 10:00 horas (a puerta cerrada) y que tanto la eucaristía como la apertura del camarín se retransmitirá por televisión. De igual modo, han incidido en que en esta ocasión tampoco se contempla la peregrinación hasta el monasterio al tratarse de un acto en el que pueden llegar a congregarse cerca de 300.000 personas y, por lo tanto, "no está autorizado por las autoridades sanitarias".
Como alternativa, según han concretado, se ha previsto la ampliación del horario para visitar el Monasterio desde este viernes hasta el domingo de la próxima semana. Así, el templo permanecerá abierto desde las 8:30 hasta las 20:30 horas, a excepción del día de Santa Faz, que quedará cerrado por seguridad. Además, también se ha previsto el desarrollo de un acto de bendición desde el Castillo de Santa Bárbara, tras el traslado de la reliquia de la Santa Faz a la ciudad. Ese acto también será transmitido por las televisiones locales. Barcala ha indicado que, en esta ocasión, ese desplazamiento no está sujeto a la autorización de la Subdelegación del Gobierno puesto que no rigen las restricciones de movilidad que sí se encontraban vigentes en 2020.
Por lo que respecta al dispositivo de seguridad, el edil del área, José Ramón González, ha indicado que se pondrá en marcha desde este mismo viernes, mediante la participación de 350 agentes, con el propósito de evitar posibles aglomeraciones tanto en los desplazamientos al Monasterio, como en las playas. Así, ha detallado que se practicarán controles frente a la organización de botellones y que se impedirá el acceso a la arena con bebidas. De igual modo, ha concretado que también se habilitará un dispositivo de vigilancia especial sobre la hostelería del centro, para evitar que puedan producirse concentraciones indebidas, al tratarse de un día festivo.
En este sentido, tanto el alcalde como el capellán de Santa Faz han formulado un llamamiento "a la responsabilidad" tras recordar que las visitas al Monasterio pueden realizarse de manera escalonada tanto durante esta semana como a lo largo de todo el año. "Estamos cerca de lograr el objetivo de vencer al virus por lo que ahora no podemos fastidiarlo", ha enfatizado Barcala. Por su parte, las ediles Mari Carmen de España (PP) y María Conejero (Cs), han expresado su satisfacción por el hecho de haber sido designadas como síndicas municipales en el acto de apertura del camarín. Se trata de la primera ocasión en la que esa responsabilidad recae en dos mujeres.