Alfonso calza unas Birkenstock. Ruzafa entera, en realidad, calza unas Birkenstock. En el mercado, en la tienda de composturas de la china, y en el Ubik, claro. Las dichosas sandalias están por todas partes. Si pasa una pareja es posible que hasta los dos lleven unas. Alfonso vive en Ruzafa. Su casa, como ocurre también en muchas otras del barrio, es también su oficina. Allí, en un cuarto un poco ‘nerd’, con doble monitor y un teclado partido en dos mitades, Alfonso Suárez monta sus tráilers para Netflix.
De allí, de ese rincón de la calle Buenos Aires, salió el avance de Clanes, la serie de narcos gallegos que protagoniza Clara Lago y que está arrasando ahora mismo en la plataforma. O el resumen de esa película hecha a mayor gloria de Aitana, ídolo de adolescentes y no tan adolescentes, llamada Pared con pared. Alfonso ve esas series o películas antes que nadie en España. Un visionado exprés en el que el montador tiene que quedarse con las escenas y las frases que le permitan resumir la obra, sin enseñar demasiado pero sí lo suficiente para enganchar al público rápidamente, en cerca de minuto y medio.