ALCOY. La jornada central de la Feria Modernista de Alcoy, que se vive este sábado, llena de nuevo las calles del Centro de la ciudad en la que es la octava edición y que está marcada no solo por la amplia participación de ciudadanos que recrean la época modernista en sus vestimentas, sino también de público, algo que han destacado el alcalde, Toni Francés, y la edil de Turismo, Lorena Zamorano, pues ambos se consideran imprescindibles para el éxito.

Con ocho ediciones, el alcalde remarca que "se trata de una Feria que ya está más que consolidada y que se ha convertido en un acontecimiento a nivel nacional obligatorio para todos los que viven y recrean este movimiento cultural y artístico que es el Modernismo y que tan importante fue para la ciudad de Alcoy", en la que ha dejado un importante legado arquitectónico. De hecho la edición de este año se dedica al arquitecto Timoteo Briet, coincidiendo con el centenario de su fallecimiento, del que quedan muestras referentes en las calles alcoyanas. A él le dedicó el pregón la actriz Pilar Almería, que en la tarde del viernes abría la edición de este año.

La Feria Modernista se valora ya desde el punto de vista turístico y económico y las repercusiones que tiene en la ciudad en ambos sentidos. Toni Francés apunta que "se ha convertido en un acontecimiento turístico de primera magnitud y es perfectamente apreciable que son muchos los turistas que vienen a visitarnos", a lo que añade que “es también un motor para la hostelería y el comercio, especialmente el que ofrece complementos y trajes para recrear el modernismo”. Igualmente, ha agradecido el trabajo de las entidades que se implican en la organización de actividades, así como "a todos los alcoyanos y alcoyanas que la han hecho suya, participan activamente y llenan las calles de trajes y vivencias modernistas".

También la edil de Turismo ha incidido en que "cada vez viene más gente de otras poblaciones a disfrutar de nuestra Feria Modernista. Esta semana he consultado los alojamientos de la ciudad y están llenos de visitantes, con gente que viene con sus trajes. Para nosotros esto es muy importante, porque la ciudad ha hecho un evento de la nada y ha trascendido, lo que es un valor y comporta desestacionalizar el turismo". Además, Lorena Zamorano destaca la importancia de este evento a nivel cultural, "el Modernismo nos permite tener turismo todo el año, pues tenemos un patrimonio modernista que siempre puede visitarse".

La concejala remarca que "la implicación de las entidades es la pieza clave para que todo vaya adelante, así como la respuesta de la sociedad alcoyana, tanto para vestirse y recrear como para que haya público en las calles disfrutando de los actos. La gente que mira es muy importante, todo llena las calles".

El objetivo municipal es poder conseguir una declaración turística, "en eso estamos, y cada año nos esforzaremos por mejorar, asumir nuevos retos, que trasciendan y se consoliden, y dentro de un tiempo poder ser reconocidos a nivel provincial, autonómico o, por qué no, nacional". Hay que tener en cuenta que participan unas treinta entidades, coordinadas desde la concejalía de Turismo, y que han preparado un centenar de actividades, teniendo en cuenta que la Feria se celebra de viernes a domingo, pero viene precedida de un amplio programa durante prácticamente dos semanas.

La jornada de este sábado cuenta con una completa agenda, que se ha estrenado con la inauguración de la feria que se celebra en el parque de La Glorieta, con diferentes puntos de venta e informativos, juego, talleres, bailes y actividades para todas las edades. La recreación de una manifestación de las trabajadoras de la antigua fábrica de La Mistera, el descenso de un campanario, una simulación de un día de mercado, bailes y juegos infantiles en diferentes puntos, la representación teatral 'El patiment de les dones' o la recreación de un fuego de campamento, forman parte de las actividades que se celebran este sábado.

Para la jornada del domingo se ha previsto una excursión modernista al Molinar, cuna de la industria, juegos de orientación, una chocolatada solidaria, juegos populares, paseo en bici, bailes, muestra de 'dolçaines i tabals' y teatro, entre otras, y culminando el certamen con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la que fuera la vivienda de Timoteo Briet.