implasALICANTE. Sobre un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Estas pérdidas engloban tanto la masa de alimentos comestibles que se desaprovecha por parte de la cadena de suministro durante las etapas de producción, postcosecha, procesamiento, etc., como los desperdicios que se producen al final de la cadena alimentaria, en la venta al minorista y en los hogares.
Alineado con el modelo de la economía circular que es uno de los principales elementos del Pacto Verde Europeo por un crecimiento sostenible y para dar una nueva vida a los desechos alimentarios, Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, trabaja en el desarrollo de nuevas soluciones de envases barrera biodegradables. De esta forma, se cumple con el objetivo de convertir en nuevos recursos los biorresiduos originados por la industria alimentaria en el marco del proyecto FastBioPack, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y los fondos Feder.
"Los envases biodegradables ofrecen ventajas competitivas para productos como las cápsulas de café o monodosis de otros alimentos como pueden ser las salsas, ya que son productos con un alto contenido orgánico en los residuos que generan y su envase debería ser diseñado para que pueda degradarse con ellos. Este tipo de alimentos presenta una vida útil larga, hasta de un año, y las soluciones de envase biodegradable que existen en la actualidad presentan limitaciones", señala Sofía Collazo, quien lidera las investigaciones de Biodegradación y Compostabilidad en Aimplas.