VALÈNCIA. El año pasado Marta Herrero y Pablo Azorín presentaron un nuevo documental, 'Espías en la arena. Objetivo España'. Se ha estrenado ya en la Filmoteca Valenciana, en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante y en la Universidad de Alicante. Es un trabajo de investigación de gran importancia. Por poner de relieve información desconocida o poco difundida hasta el momento y por detenerse en la figura de los republicanos españoles, que sufren un doble olvido en un país que carece de una cultura oficial antifascista como los vencedores de la II Guerra Mundial y algunos de los perdedores.
Se trata de la historia de todos los españoles perdedores de la Guerra Civil convertidos en agentes secretos de los Estados Unidos. Una serie de líneas de investigación a las que accedieron documentándose para su anterior documental, el de 'Agente Sicre, el amigo americano'. Un excelente trabajo que, sin embargo, como me comenta Azorín, "pasó sin pena ni gloria" en su momento.
El documental está disponible en la web de rtve.es y en esta columna nos detendremos en él porque es uno de los más completos documentales históricos que se han realizado en este país en los últimos años y porque descubre la figura de un personaje realmente peculiar, con una peripecia vital que podría argumentar varias novelas. Ricard Sicre.
Natural de Bellver de Cerdanya, era el hijo del médico del pueblo y estaba afiliado a ERC. Durante la guerra, cuando los anarquistas intentaron implantar su sistema en aquellas zonas entre Cataluña y Aragón, tomó las armas en una rebelión popular contra las fuerzas de la CNT. Con la puesta en marcha del Ejército Popular Republicano, Sicre fue llamado a filas en la llamada Quinta del Biberón, la última. No pudieron resistir las ofensivas de los ejércitos fascistas y Sicre tuvo que huir a Francia como tantos otros miles, para acabar en campos de concentración.
Sicre logró huir a Inglaterra y posteriormente a Nueva York, donde fue reclutado por los servicios secretos estadounidenses bajo amenaza de devolverlo a la España de Franco. Un dato interesante que aporta el documental es que los americanos querían que sus agentes fuesen republicanos españoles porque así tenían una garantía de que eran muy antifascistas.