CASTELLÓ. Han pasado 31 años desde la caída del Muro de Berlín, pero la frontera política, ideológica y económica que dividió Alemania en dos todavía continúa allí. "Ahora el muro físico ya no existe, pero hay uno invisible que sigue dividiendo Alemania. Está en los salarios, infraestructuras, la educación, el desempleo... diferencias que inclinan la balanza a favor de Occidente", asegura Paco Poyato. El fotógrafo de Castellón ha visitado la ciudad alemana hasta tres veces, pero ahora reside en ella por una voluntad mayor. Allí está desarrollando su último proyecto, El muro invisible, en el que intenta dar fe de esta realidad que sigue vigente hoy.
Lógicamente cuando el muro cayó ocurrió un cambio en la ciudad, pero ¿fue cómo sus ciudadanos esperaban?. "La frontera que se trazó entre el este y el oeste no solo dividió a Alemania, sino al mundo entero en dos ejes: uno de origen capitalista y su némesis, el comunista. Con la caída de muro había previsto un cambio en el modelo político y social de este último que, sin embargo, no ha cumplido las expectativas, al menos para algunos", señala el fotógrafo, que agrega: "Esto ha derivado en que la parte Este de la capital esté más dejada por el Gobierno y, por lo tanto, sea menos rica y tenga muchas menos oportunidades".
Publicaba la BBC un artículo a finales de 2019 donde reflejaba que mientras en el Oeste de Berlín, el salario medio era de 3.330 euros y la tasa de desempleo era del 4,7%; en el Este era de 6,8% (sin incluir Berlín) y el ingreso medio era de 2.680 euros. Pero más allá de estas diferencias económicas, Dalia Marin, profesora de economía en la Universidad de Múnich e investigadora del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), hablaba de una diferencia "mental" entre los alemanes orientales y occidentales, que hacía que estos primeros se sintieran como "ciudadanos de segunda clase".
"David Hasselhoff 'buscó la libertad' en la Puerta de Brandenburgo, y todavía hoy esta canción, y este momento, constituyen un himno recordado por quienes experimentaron la caída del muro. Pero como el cambio no ha cumplido las expectativas, al menos para algunos, todavía estamos aquí, tal como cantó Hasselhof, todavía, buscando esa libertad", reclama Poyato.