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un retrato a la la Ciudad de los Muertos (el cairo, egipto)

Luay Albasha: "Los países árabes tienen una nostalgia por el pasado que les ciega el futuro

  • Fotos: LUAY ALBASHA

CASTELLÓ. Antes de empezar la entrevista, Luay Albasha (1995, Castellón) nos avisa de que le queda "mucho rodaje". Es cierto, apenas tiene 25 años. Pero este joven afincado en Barcelona, y originario de Siria y Palestina, es también fotógrafo autónomo y autor de trabajos tan necesarios de ver como el de la Ciudad de los Muertos. Así se conoce al cementerio de Al Arafa, oculto entre el casco antiguo de El Cairo y la meseta Muqqatam. Un lugar donde más de un millón de personas viven junto a las tumbas que allí yacen desde hace miles de años. Una tremenda realidad, que aunque cuesta de asimilar, cobra más sentido tras descubrir por qué estos ciudadanos viven entre aquellas paredes, cómo lo hacen y cuáles son sus aspiraciones en medio de un país donde los derechos humanos se vulneran a menudo. 

"En la actualidad, no hay posadas ni escuelas. Sus inquilinos son ajenos a los difuntos. Los hombres, frecuentan los cafés mientras juegan al backgammon y le dan caladas al nʼarguile. Las mujeres, la gran mayoría vestidas de negro, esperan en los portales. Los críos juegan en las tumbas. Y los viejos observan a los forasteros con descaro", cuenta Albasha para otro medio, donde añade: "Cuando te adentras y dejas atrás el bullicio ensordecedor de El Cairo, sentirás paz y tranquilidad". 

Conocer más sobre su historia nos fascina. Y ver sus fotos es pura intriga. No deja de repetir que menudo tesoro, Egipto. Por eso desde Castellón Plaza nos citamos con el castellonense para saber más sobre este viaje. También, para conocer cuál es su visión sobre Oriente y Occidente o hacía donde cree que se dirige el fotoperiodismo.

-Haces algo que es poco habitual: primero te documentas y después viajas a los países sobre los que lees para averiguar qué pasa realmente en estos sitios. ¿Difiere mucho la realidad que nos cuentan de la que hay?
-Sí, bastante de hecho. El problema es que la gente occidental tiene un poco de miedo a todo lo que sea externo a los parámetros europeos. Tengo muchos amigos que cuando iba a El Cairo me decían que estaba loco. Pero tienes más probabilidades de ser atracado aquí en Castellón que allí, porque justamente Egipto, a diferencia de otros países árabes, es un sitio que está muy acostumbrado al extranjero. Hay más problemas si quieres grabar al gobierno o a grupos de poder. Pero por lo que hace a la miseria, esta está en todos lados. Por eso, puedes tener la opinión de que todos los árabes son terroristas, pero hasta que no vayas allí y compruebes cómo son, no deberías pensarlo. 

-¿Qué es lo que te llevó, en tu caso, a adentrarte en el cementerio de Al Arafa?
-Mi abuelo tenía una casa en el centro de El Cairo. Es un refugiado palestino que terminó viviendo y trabajando en Egipto. Por eso cuando era más pequeño pasé algún verano allí. Desde el primer momento fue un choque cultural brutal, porque es una ciudad muy muy grande en la que puedes encontrar lo más rico con lo más pobre. Fue en uno de esos trayectos que hacía con mi familia, cuando de repente vi un montón de tumbas en las que había ropa colgada. Realmente parecían casas adosadas hechas de barro, pero en ellas había tumbas. Estaba alucinando y recuerdo que le pregunté a mi madre qué ocurría, entonces ella me contó que era gente pobre que como no tenían a donde ir acababan ahí. Esto se me quedó grabado, pero es difícil ir con la familia, sobre todo porque ellos van a pasar las vacaciones, no a entrar en un sitio que en teoría da mala espina. Así que opté por ir por mi cuenta unos años después. Quería saber cómo debe ser vivir en un sitio en el que se sigue enterrando a gente y, bueno, yo mismo terminé presenciando un velatorio mientras tomaba una Coca-Cola con mi compañero

"El Cairo empezó a crecer después de la IIGM y como no había espacio para la gente con poco dinero, se fueron a vivir a las tumbas"

-¿Cómo se entiende que más de un millón de personas vivan en el cementerio? ¿Ha perdido para ellos el significado de lugar sagrado?
-Realmente en la Edad Media ya vivía gente allí. De hecho, si vas podrás ver complejos funerarios enormes donde se alojaban los esclavos de los sultanes. Había escuelas, mezquitas, posadas... Está todo abandonado, pero se puede apreciar y ver que era un lugar que estaba preparado para que la gente viviera ahí. De hecho, son cuartos, no son tumbas descubiertas. La gente con más dinero tenían parcelas para que los familiares cuando estuvieran de luto se quedarán allí unos días. Es como una casa pero en el medio hay tumbas. Los pobres, en cambio, sí que estaban fuera, como en España, en tumbas comunes. Y esa costumbre fue traspasando de conquista en conquista hasta que los ingleses la prohibieron. La cosa está en que El Cairo empezó a crecer después de la Segunda Guerra Mundial, no había espacio para la gente rural con poco dinero. Así que lo que hicieron fue irse a vivir directamente a las tumbas. 

-¿Hay que armarse de valentía para hacer una foto desde tan cerca?
-Sí, tienes que tener un poco de cuidado. Yo si te soy sincero he estado un poco cagado, porque habrá gente que entiendo que le parecerá una falta de respeto grabar en los cementerios. De hecho muchas veces tuve que guardar la cámara porque me hubiera gustado grabar un funeral, pero al final es importante que te sientas seguro. También hay que saber negociar con la gente, ser diplomático, sentarse en los bares, que te vean, estar siempre ahí, invitarles a un cigarro, hablar con ellos y ayudarles. Alguna vez les di dinero, porque son gente pobre que al final me están ayudando, que mínimo que pagarles por el servicio que han hecho. No lo veía como algo malo, al revés; yo me estoy aprovechando de ellos en el sentido de que cuento sus historias, pero después me voy y la miseria va a seguir ahí, van a estar jodidos. Me hice hasta colega de algunos que vivían en el cementerio. La gente me saludaba, porque me conocían. Es un lugar muy estigmatizado, pero realmente es el sitio donde más cómodo me he sentido en El Cairo.

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