VALÈNCIA (CP/EP). Ha sido un año extraño para Hollywood. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas se enfrentaba a unos Premios Óscar marcados por la polémica. El vacío de presentador, tras la abrupta salida de Kevin Hart por su comentarios homófobos, o la decisión de no emitir algunas de las categorías en directo calentaban el ambiente para un año que se perfilaba sin claro favorito. En este contexto, fue Green Book de Peter Farrelly la conquistó el premio a mejor película en la 91ª edición de los premios, frente a La favorita de Yorgos Lanthimos o Roma de Alfonso Cuarón, que también se perfilaban como posibles ganadoras, y una efectista Bohemian Rhapsody que conquistó cuatro estatuillas.

Por su parte, el español Rodrigo Sorogoyen, nominado en la categoría de Mejor Cortometraje por Madre, no consiguió llevarse la estatuilla, premio que finalmente recayó en Skin. Protagonizado por Marta Nieto, la cinta pone el punto de partida en la misteriosa llamada de un hijo, de viaje con su padre en Francia, a su madre, en la que le cuenta que está completamente solo en una playa que no logra identificar. El cortometraje es la primera pieza de un puzzle que el director completará en un largo, que se estrenará previsiblemente en 2019.