VALÈNCIA.- 13 de noviembre de 1992. Tres amigas adolescentes del pueblo de Alcàsser (Valènica) — Miriam, Toñi y Desiré— deciden hacer autoestop para ir a pasar un rato a la discoteca Coolor, que está a unos pocos kilómetros en la vecina población de Picassent. Esa noche se les pierde el rastro y tras una búsqueda por toda España, el 27 de enero de 1993, sus cuerpo aparecen semienterrados en medio del campo. Esa misma noche, y casi por casualidad, la policía detiene a uno de los autores: Miguel Ricart, el Rubio. El otro, Antonio Anglés, consigue huir y a día de hoy no se sabe nada de él.
El estreno de la serie documental El caso Alcásser, de Elías León Siminiani y Ramón Campos, es una buena ocasión para recuperar uno de los episodios más negros de la historia criminal de este país. Un hecho, además, que marcó un antes y un después en el tratamiento de los sucesos en este país y que dio pie a una teoría conspiranoica que todavía hoy algunos —como Iker Jiménez— se encargan de alimentar.
¿Qué pasó? Para analizar este suceso hemos invitado a Joan Oleaque, autor del premiado Desde las tinieblas. Un descenso al caso Alcásser, el mejor libro sobre este episodio en el que la falta de rigor y el amarillismo fueron la tónica informativa, una costumbre a la que me he querido sumar titulando este podcast Las niñas de Alcásser, crimen de estado.