En un mundo gobernado por tipos siniestros como Donald Trump y Vladímir Putin, en que no parece haber una luz de esperanza para la gente de bien, pues todo son atentados terroristas, desastres naturales, corruptelas políticas y crisis económicas, en un mundo así, la fortuna nos regala a veces, muy pocas veces, una buena noticia. El 28 de abril llegará la que tanto deseábamos: el derrumbamiento, esperemos que definitivo, de Podemos.

A casi nadie le sorprenderá la debacle de este partido (en adelante Pudimos). Muchos se regocijarán de sus males porque creerán, y con razón, que se ha conjurado un peligro para España. El presidente maniquí, con su astucia innegable, les ha robado la cartera, precisamente a ellos, que se daban ínfulas intelectuales y presumían de másteres universitarios sin tacha.

Ante la cercanía de la anhelada catástrofe electoral, Unidas Pudimos confía su suerte a un hombre, a un macho alfa, a ÉL, al candidato asombrosamente feminista que llegó a decir que los varones de izquierda follaban mejor que los de la derecha. Así se entiende que yo dé muy pocas veces la talla…

Del Mesías afirman que ha vuelto con el espíritu rebelde y radical de los comienzos, del manido 15-M. De todo lo que ha afirmado después de su regreso nos quedamos con que se siente más preparado para ser presidente del Gobierno, “después limpiar culos y cambiar pañales”. Poderosa argumentación, sin duda.

Iglesias y Abascal disparan a los periodistas

Al igual que Abascal el Asirio (lo de asirio es por su perfil mesopotámico, inquietantemente musulmán), el Mesías apunta y dispara a los periodistas.  Es una vieja historia. Matar al mensajero cuando tu mensaje está podrido de mentiras. Iglesias & Montero, S.A.  pretende, como cualquier firma cotizada, repartir dividendos entre sus accionistas, es decir, entre ellos.

No existe un partido (¿nacional?) que haya hecho tanto por dañar a España como Pudimos. Merecen estrellarse el 28A por su desvergüenza, cinismo e hipocresía

Curioso ejemplo el protagonizado por esta pareja, que ha pasado del ardor comunista de la juventud a beber en las aguas del peronismo posmoderno. Por eso ya se habla de de que la señora Montero sustituya a su compañero, como en los años setenta María Estela relevó a Juan Domingo y, años después, Cristina lo hizo con Néstor Kirchner.

A mí me inspira una infinita ternura que Iglesias & Montero se presenten todavía como los defensores de los descamisados. Pero ya no convencen sus trucos de trileros. Han bastado sólo cinco años para que nos quede claro que Pudimos es un semillero de vividores que, valiéndose de la buena fe de mucha gente, sólo aspiraban a tener un lugar bajo el sol, una parcela con los gastos pagados en el capitalismo que criticaban. Pudimos ha predicado una cosa y ha hecho la contraria; ha exigido honradez y ha sido incapaz de aplicarla en su casa.