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análisis ap - los resultados de 2019 reproducen situaciones de hace 30 años

La provincia de Alicante, regreso al escenario electoral de 1991

2/06/2019 - 

ALICANTE. Si el resultado electoral del pasado domingo ha deparado alguna conclusión, además de las que ya se dio el pasado 28A, es que la provincia de Alicante ha vuelto al escenario de hace 28 años, y que camina, de nuevo, hacia el bipartidismo. Ahora, el PSPV-PSOE vuelve a ser la fuerza más votada, esta vez, por algo más de 18.000 votos, respecto a PP, que ha pasado a ser la segunda, algo que no pasaba desde las generales de 1993, cuando la formación liderada por José María Aznar aventajó, por primera vez, a la de Felipe González.

De las otras tres fuerzas políticas que siguen, sólo han aguantado el ritmo, y a mucha distancia, Ciudadanos, que pasa a ser la tercera fuerza -algo que ya ocurrió el 28A- y Compromís, que pierde 15.000 sufragios respecto a hace cuatro años, aunque aumenta el número de concejales -en eso, sí que es la tercera fuerza-. La confluencia Podemos-Esquerra Unida cae a la quinta y sexta plaza debido a su división. El pasado 28A, en las generales, Compromís fue la sexta fuerza; Podemos la cuarta, y Vox, la quinta. Vox por su parte sólo ha obtenido 28.000 votos en las municipales, muy focalizados, y muy lejos de los más de 100.000 sufragios logrado hace un mes. 

Pero si hay otro rasgo que emparenta las elecciones de 2019 y 1991 es que el reparto de feudos era muy parecido al actual, aunque en aquel momento, el PP era la fuerza pujante que pretendía alcanzar el liderazgo, y el PSOE era la fuerza dominante que ya empezaba a mostrar ciertos rasgos de agotamiento. En 1991, el PSOE ya controlaba el eje del Vinalopó (Elche, Aspe, Novelda, Elda, Petrer, Villena) y l'Alcoià-Comtat. El PP dominaba Torrevieja y Orihuela, como ahora, y se hizo con Benidorm -con el marujazo que catapultó a Eduardo Zaplana-. 

Este mismo escenario es el que parece que se ha repetido ahora, aunque con excepciones, como siempre. Los rasgos de los actores secundarios también son parecidos: Compromís ya era fuerte en la Marina Alta, y tenía un diputado provincial; y Ciudadanos ha venido a sustituir a lo que era el CDS del momento, que era la tercera fuerza política provincial. Esquerra Unida era un poco más fuerte que ahora, quizás por el hecho de que sólo tenía una marca electoral, y no dos, o tres, como ha ocurrido con la confluencia con Podemos. 

En la Diputación de Alicante no había la igualdad que había antes: el PSOE todavía era hegemónico, con 18 diputados provinciales, frente a los 11 del PP. EU tenía un representante y la UPV -germen del Bloc y Compromís-, otro. El CDS había perdido su representación en las Cortes Valencianas, pero tenía más de 100 concejales en la provincia de Alicante. Pero las batallas urbanas eran muy parecidas.

Alicante, empate a 12 con ventaja socialista

Ahora, hay un empate a nueve, con ventaja popular. Entonces, el socialista Ángel Luna aventajó por unos tres mil votos al popular Diego Such. 28 años después, ha sido Luis Barcala quien ha ganado a Paco Sanguino por algo más de 2.400 papeletas. Quizás el rasgo diferencial respecto a una votación y la otra es la fragmentación política: entonces había cuatro grupos políticos representados, ahora hay seis. 

El eje del Vinalopó era muy rojo, como ahora

El PSOE disfrutaba de amplias mayorías en Elche, Elda, Villena y Alcoy, donde además del bipartidismo tanto EU como el CDS tenían representaciones importantes. Esas mayorías socialistas eran más holgadas que las dos ahora, quizás porque no había tanta fragmentación del voto. 

En esta ocasión, los socialistas han logrado mayorías absolutas en Elda, Novelda y Petrer, y simples en Alcoy, Villena y Elche, donde venían, en la mayoría de los casos, de obtener los peores resultados de la historia democrática.

La Vega Baja era popular, como ahora

Si había una comarca que en 1991 era muy popular esa era la de la Vega Baja, como ahora. El PSOE también tenía sus feudos, pero en su mayoría eran municipios más pequeños: los populares dominaban el eje Orihuela-Almoradí-Torrevieja, como ahora. 28 años después, por ejemplo, el resultado de Torrevieja es muy parecido al actual, a excepción de la fragmentación política: antes sólo había dos o tres partidos en la oposición, ahora en la mayoría de las corporaciones, hay hasta 4 y 5.

Donde más desgaste ha sufrido el PP es en Orihuela. El voto del centro derecha y el de centro izquierda está fragmentado, aunque con una ligera ventaja para PP, Cs y Vox. Los 14 votos del PP de 1991 -con 21 concejales- está divididos en 9 del PP, 5 de Ciudadanos y dos de Vox en una corporación de 25 ediles de ahora.

El PSOE ha conquistado la Marina Alta

Y si hay un elemento diferenciador de estas elecciones de 2019 respecto a las de 1991 es que los socialistas han conquistado una comarca, la de la Marina Alta, que desde hace 30 años ya venía exhibiendo dispersión del voto con mucha formación de carácter localista. Ahora, los socialistas han logrado crecer hacia el centro y conquistar estos dos ayuntamientos en los que el PP gobernó durante muchos años con liderazgos más marcados y con el respaldo de las instituciones supramunicipales. La mayoría absoluta de Xàbia ya fue histórica en 2015; ahora ha sido la de Dénia.

Quizás sea la excepción junto a otros plazas en los que se han asentado otros partidos diferentes merced a los liderazgos de sus alcaldes: es el caso de Compromís en Altea; el PP en Ibi, o el mismo PSOE en Xàbia. Ahora se abren otras incógnitas que pueden acabar con muchos años de gobiernos populares en Teulada y Crevillent, o del PSOE en plazas como Pilar de la Horadada, por citar algunos casos. Ciudadanos, como el CDS, apenas tiene poder territorial, pero puede decidir mucho.

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