Una de las protestas organizadas contra el sistema de aperturas dominicales, en 2018. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Los operadores del sector comercial de Alicante vuelve a tener una cita con la regulación de las aperturas en domingos y festivos. Será este próximo jueves, en el seno del Consejo Local de Comercio, en una sesión en la que se debe debatir sobre el nuevo régimen de horarios a adoptar en cuanto venzan los cuatro años que resultan de aplicación para las condiciones de la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) que se aprobó en 2018.
El acuerdo de ámbito autonómico alcanzado entonces entre grandes superficies, asociaciones representativas del pequeño comercio, sindicatos y representantes políticos establecía un calendario de 38 jornadas festivas aperturables para grandes ciudades. Entre ellas, las de Alicante y València. Y, salvo cambio de última hora, la opoción que el equipo de gobierno pretende plantear para su debate en el consejo, a través de la Concejalía de Comercio que coordina Lidia López (PP), es la de mantener ese mismo calendario.
De este modo, se seguiría estableciéndose como días hábiles para el comercio en general los domingos y festivos del periodo comprendido entre el Domingo de Ramos y el segundo
domingo de Pascua, excepto el lunes de Pascua y el 1 de mayo, en su caso, además de los domingos y festivos desde el 15 de junio hasta el 5 de enero. En esos márgenes quedarían excluidos los festivos del 24 de junio, el 9 de octubre, el 25 de diciembre (o bien el 26, cuando este sea declarado festivo por traslado de la fiesta de Navidad) y el 1 de enero.
¿En qué se basa esa propuesta de prórroga? En esencia, en el consenso que se consiguió durante la fase de negociación del calendario de la ZGAT precedente, hace tres años. De hecho, según fuentes consultadas, el planteamiento que el bipartito prevé defender ante el consejo es que el calendario rige en la actualidad, y que permanecerá vigente hasta febrero de 2022, procura un sistema comprensible y, además, trata de equilibrar los intereses contrapuestos entre las grandes superficies y el pequeño comercio.
El bipartito plantea mantener el mismo calendario al considerar que equilibra los intereses contrapuestos de los distintos operadores del sector
De igual modo, según las mismas fuentes, entre los argumentos para defender su prórroga por otros cuatro años más, también se pretende incidir en que no existirían razones para plantear una reducción de días aperturables toda vez que sigue progresando el comercio electrónico, ahora alentado por las restricciones de movilidad generadas como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.
Por lo demás, la propuesta de continuidad de la declaración de ZGAT queda sustentada en el cumplimiento de prácticamente las mismas condiciones en las que se justificó en 2017: entre ellas, la principal sería la existencia de una concentración suficiente de plazas en alojamientos y establecimientos turísticos, además de la concentración de segundas residencias y de la celebración de grandes eventos deportivos o culturales de carácter nacional o internacional.
Por el momento, está por ver qué aceptación puede llegar a tener la propuesta de prórroga de esos 38 festivos aperturables entre los operadores comerciales. Sin embargo, lo cierto es que nada parece indicar que vayan a suscitarse planteamientos alternativos que pudiese generar disenso. Así, según fuentes consultadas, lo esperable sería que se aceptase la continuidad del régimen actual para no volver a suscitar enfrentamientos ni la reproducción de conflictos de intereses. Así, una vez debatido (y previsiblemente aprobado) el acuerdo que se alcance se elevará a la Dirección General de Comercio de la Generalitat para que lo ratifique.
