La fachada del edificio histórico del Ayuntamiento de Alicante.ALICANTE. La recaudación debe continuar. Y en ello se afana la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Alicante por lo que respecta al cobro del conocido como impuesto de la plusvalía, con el que se gravan las transacciones de viviendas. Por lo pronto, el departamento municipal que coordina la edil Lidia López (PP) ha cerrado ya la propuesta de modificación de la ordenanza fiscal reguladora del impuesto, que se comenzó a revisar en noviembre, con el fin de introducir los nuevos métodos de cálculo habilitados por el Ejecutivo central, después de que el Tribunal Constitucional (TC) anulase la fórmula preexistente, el pasado octubre.
De hecho, fuentes consultadas confirmaron que la revisión de esa normativa solo aguarda ya la emisión del informe que debe emitir el Tribunal Económico Administrativo Municipal para que pueda quedar aprobada en Junta de Gobierno. A partir de entonces, se abrirá el plazo de presentación de enmiendas que se debatirán y se votarán en comisión de Hacienda antes de que pueda someterse a aprobación inicial en pleno. En principio, se espera que ese proceso de tramitación pueda completarse en el mes de febrero, de modo que llegue a tener aplicación a partir de marzo. De hecho, se baraja la posibilidad de convocar un pleno de carácter extraordinario para acelerar su entrada en vigor con el objetivo de reactivar los ingresos generados por ese tributo.
Hasta el momento, según fuentes consultadas, el cobro del impuesto permanece aplazado, en suspenso, a la espera de la introducción de esa doble nueva fórmula de cálculo. Con todo, su recaudación se aplicará de manera retroactiva para todas las operaciones que se hayan ejecutado desde que el Gobierno aprobó ese nuevo sistema de valoración.
La recaudación del impuesto permanece aplazada y se reactivará de manera retroactiva en cuanto la modificación entre en vigor
En concreto, esa doble vía habilitada por el Ministerio de Hacienda permite que los ciudadanos que vendan un inmueble puedan elegir entre dos opciones para liquidar el impuesto: acogerse al importe derivado de multiplicar el valor catastral por los nuevos coeficientes fijados a partir de la valoración de la realidad inmobiliaria de cada ciudad o decantarse por la fórmula basada en la ganancia real, con la diferencia entre el precio de venta y el de adquisición.
En el caso de la ciudad de Alicante, todavía no ha trascendido cuáles son esos nuevos coeficientes concretos que se habrían actualizado ahora. Sí se ha dado a conocer, no obstante, las consecuencias en forma de merma de ingresos que conllevará la introducción de ese doble sistema de valoración. Con su incorporación, las arcas municipales dejarán de ingresar en torno a 5 millones anuales, el 30% de la recaudación habitual hasta ahora, que alcanzaba los 15 millones. Hasta ahora, el equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), ha mantenido que promovería una modificación de crédito sobre los presupuestos para incorporar los ingresos generados por las plusvalías en el momento en el que su cobro quede reactivado. Por lo pronto, el presupuesto de 2022 sigue pendiente de aprobación, a la espera del informe de fiscalización que debe emitir el interventor municipal. Con todo, fuentes municipales indicaron que las cuentas podrían elevarse a Junta de Gobierno la próxima semana.
