ALCOY. El Ayuntamiento de Alcoy relanza el proyecto que ha venido a denominarse como Via Parc, un corredor verde que conectará los barrios de Zona Nord, Eixample, Santa Rosa y Batoi por el antiguo trazado del ferrocarril y el objetivo del gobierno municipal es que sea incluido dentro del Plan Edil (Estrategia de Desarrollo Local Integrado), que son los nuevos fondos europeos.
El fin principal es aprovechar dicho trazado para conectar diferentes áreas de la ciudad, creando una infraestructura de movilidad sostenible, que priorizará los itinerarios peatonales y ciclistas, así como el transporte público, con dos carriles para el tráfico rodado. Al mismo tiempo, el proyecto incorporará parques, elementos y espacios que permitirán el desarrollo de actividades de ocio saludable. Una infraestructura viaria a escala de ciudad que haga compatibles los servicios y espacios necesarios para los diferentes barrios, con el respecto al equilibrio del medio ambiente.
El tema ha sido llevado al pleno municipal de la mano del grupo popular y la edil del PP Amalia Payá ha remarcado que hace unos dos años que no se tenían noticias de este proyecto, incidiendo en que "los vecinos del Eixample no poseen más información del proyecto Vía Parque ni han podido realizar aportaciones en un proceso participativo al que el gobierno se comprometió", por lo que ha solicitado información al respecto de situación en que se encuentra y si habrá un proceso participativo.
Al respecto, la edil de Urbanismo, Vanessa Moltó, ha remarcado que en este tiempo se ha trabajado en la redacción del anteproyecto, revisando diferentes cuestiones relacionadas con la limitación del tráfico rodado y la movilidad, cruces, aparcamientos -un tema que preocupa a los vecinos- y diferentes servicios. Se pondrá en marcha un proceso participativo, que servirá también para redactar el proyecto definitivo, que será el que determine plazos e inversión, que en algún momento se ha apuntado que estará en torno a los doce millones.
Además, la responsable de Urbanismo ha avanzado la previsión de financiación de este proyecto, que será integrado dentro del Plan Edil, con el fin de obtener financiación europea. Además, y a este respecto, ha lanzado una petición al PP: "la pasada legislatura presentamos un borrador en Conselleria, con el gobierno del Botànic, y teníamos su compromiso de que apoyarían este proyecto. Aprovechando su interés, les pediría que se dirijan a la Conselleria y rescaten ese compromiso de financiación".
A la hora de hablar del proceso participativo, Vanessa Moltó avanzó que este próximo año se pondrá en marcha, incidiendo en que no se limitará a un barrio en concreto, “sino que se trata de un proyecto de ciudad, por lo que todo Alcoy debería participar”.
Del antiguo bulevar de la Uixola a la propuesta actual
Habilitar una conexión entre estos cuatro barrios de Alcoy es una idea que se remonta a varios años atrás y, de hecho, llegó a habilitarse un primer tramo. Sin embargo, el resto de trazado quedó bloqueado, después de que el anterior gobierno municipal del PP encargara a Enrique Ortiz el proyecto para desarrollar esta conexión, que priorizaba el tráfico rodado con cuatro carriles y que desde un primer momento contó con voces en contra, tanto ciudadanas como políticas.
Con el cambio de gobierno, se estimó inviable llevar adelante dicho proyecto, tanto por el coste económico que suponía, pues se hablaba de 27 millones de euros que resultaban inasumibles, como por la filosofía del mismo, concebido a modo de circunvalación por la cornisa norte. El gobierno socialista apostó por un proyecto más ‘amable’, con menos tráfico, dando prioridad a los peatones y a la sostenibilidad y teniendo en cuenta que en el trazado se encuentran varios centros educativos.
El tema de la resolución del contrato llegó al Juzgado, una decisión que fue recurrida por Ortiz, quien ganó en primera instancia en 2015 al ser condenado el consistorio a pagarle 4,2 millones de euros en concepto de compensaciones por los gastos que incluían el aval que el ayuntamiento había incautado, el lucro cesante y los intereses.
Sin embargo, una resolución judicial posterior, dictada en 2017 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) dio la razón al consistorio cuando las arcas municipales ya habían abonado a Ortiz alrededor de 1,5 millones. El empresario interpuso un recurso de casación contra ese fallo ante el Tribunal Supremo que no fue admitido a trámite, por lo que Ortiz tuvo que devolver 1,5 millones de euros al ayuntamiento alcoyano.
En 2021, y a raíz de un concurso de ideas convocado, se optó por una propuesta que reduce a dos los carriles para el tráfico rodado, en vez de los cuatro previstos en el bulevar, buscando mejorar la movilidad en la ciudad pero también apostando por una conexión más sostenible, integradora, saludable y dando prioridad a los peatones, tal y como lo definieron desde el gobierno.
