Uno de los momentos claves en la trayectoria de un emprendedor es cuando su idea se transforma en SL. El alcoyano Daniel Ibiza tras ganar el premio como mejor idea empresarial 2016 de FUNDEUN, se trasladó a Valencia y se metió en una aceleradora. Ahora tras 6 meses, está a punto de culminar su primera ronda de inversión por 150.000 euros para AIUDO
ALICANTE. Cómo se construye un caso de ¿éxito? Ésta es la historia de Daniel Ibiza, un alcoyano de 25 años, que ha dejado su puesto en Mercadona para transformar su proyecto emprendedor en empresa. Las microfases internas de una iniciativa de corte social son muy parecidas en muchos casos. La manera de resolverlos es lo que diferencia una tentativa de un éxito que en el caso de Ibiza ha llegado a un primer buen puerto.
En junio de este año, este joven ganada la 22 convocatoria de los premios de la Fundación Empresa Universidad de Alicante con Auxistencia. Básicamente la idea, que partía de un problema personal, es crear una red de cuidadores para atender a personas mayores o dependientes. La flexibilidad de horarios, la atención personalizada y la respuesta rápida así como la buena planificación fueron valoradas por el jurado.
Con el premio bajo el brazo, al mes siguiente, se puso en marcha todo el proceso de estructura administrativa y jurídica. Bajo el paraguas de una de las lanzaderas más conocidas Business Booster en España, Daniel Ibiza incorporó al que hoy es su socio, Ignacio Guarinos, un emprendedor senior que inyectó aire a toda la parte de marketing y web. “Me propuso cambiar el nombre y me convenció porque me dio muy buenas razones”, explica el CEO.
Tras cuatro meses bajo el paraguas de la aceleradora Business Booster, han transformado su oficina en coworking de la mano de una empresa americana. Ahora su oficina es una parte más de su propio espacio
El 25 de julio se constituyó como Sociedad Limitada y el 20 de agosto se realizó la primera venta. Ahora tienen 25 clientes recurrentes y más de 2.000 cuidadores. “Nuestra selección es uno de nuestros elementos de diferenciación respecto al resto”, explica Ibiza, para quien afinar en los perfiles en clave en procesos complejos, a veces, por las exigencias que pone la propia familia o sencillamente por la dificultad del servicio.
“Hemos llegado a una familia que vivía en un núcleo de 70 habitantes y donde las agencias locales de SAD no daban respuesta. Nosotros utilizamos herramientas digitales y colaboramos con instituciones y asociaciones con búsqueda activa de empleo”. Ahora mismo, su visión de negocio nacional es una realidad que se ve en los puntos que atienden: Sevilla –su primer cliente-, Valencia, Alcoi –pueblo natal del emprendedor-, Lleida, A Coruña, León, Granada y “ahora estamos experimentando un boom en Madrid, en las afueras”.
El paraguas del programa Business Booster incluye cuatro meses presenciales en sus instalaciones de Valencia y el acceso a expertos en cada área ofrece. También una inversión inicial de hasta 50.000 euros de financiación del fondo Sinensis Seed Capital al final de la aceleración, momento en el que se encuentra.
Pero los números empiezan a dar resultados. “Empezó siendo muy manual y ahora los procesos los hemos ido mejorando y automatizando. Por ejemplo, cualquier persona puede obtener un presupuesto directamente, sin mediar correos, en una pestaña que pone calculadora. Sólo esta primera semana de diciembre hemos hecho las mismas ventas recurrentes que en noviembre”, señala el responsable de AIUDO.
Pero antes de levantar el vuelo, Daniel Ibiza pasó su particular mes ‘negro’. En octubre se acabó el protectorado de la lanzadera y debían buscar local para seguir. Así que alquilaron la oficina de al lado, no hicieron las males y siguieron en Valencia. Pero no sólo eso, sino que convirtieron el espacio en un coworking de la mano de una empresa americana. “Estuvimos tres fines de semana montando mesas y dando el aire que nos exigía la compañía para que el espacio cumpliera ciertos requisitos. Era una manera de asegurarnos números”.
Ahora el equipo AIUDO cuenta con una persona dedicada a Atención al Cliente, Rocío y Raúl, un todoterreno para asentar la estructura. Entre todos, se han marcado el objetivo de agilizar los procesos. “La experiencia nos está dando esas pistas y seguimos apostando por la publicidad en redes sociales. Creemos que la empresa tiene sentido, porque no hay tantas que den el servicio. De los 3 marketplaces, donde la gente pone su anuncio, dos han cerrado. Nosotros aseguramos seguridad social y que se cumplen los descansos para las internas; pero lo más importante es el filtrado que hacemos. Las personas tienen que rellenar un formulario extenso, quizás por eso hay mucha gente joven como cuidador”.
AIUDO PRESTA SERVICIO EN MÁS DE UNA DOCENA DE CIUDADES DE ESPAÑA. DISPONE DE UNA BASE DE 2.000 CUIDADORES, DE LOS QUE EL 70% SON PERSONAS SON MENORES DE 35 AÑOS
La joven empresa se ha encontrado con dos demandas mayoritarias. La primera es la de persona interna para cuidar a persona mayor y la segunda es la de apoyo a la familia por lo que los servicios son de una hora semanal. Frente al prototipo de cuidadora que todos tenemos en mente, Daniel Ibiza asegura que está empezando a detectar la necesidad de atender “servicios de una hora en las afueras de ciudades y lo piden para ya. Aquí encaja mucho el perfil de gente joven, que tiene disponibilidad. Todos tienen experiencia”, aclara. Sólo el 30% de sus cuidadores están por encima de los 35 años, el resto está en una franja entre los 25 y 34 años.
Lo que no sorprende es el potencial cliente. “Todos nuestros clientes son personas mayores, en mayor o menor grado de dependencia o de movilidad”, según el CEO. “Una aseguradora nos ofreció prestar un pack de asistencia, pero nosotros nos enfocamos a media y larga estancia. Las familias nos piden personas internas y compaginar la atención del mayor que quiere permanecer en su casa con la ayuda en el hogar”. Daniel Ibiza especifica esta cuestión porque reconoce que su verdadero competidor son las agencias locales de ayuda a domicilio.
De cara al futuro inmediato, AIUDO espera cerrar su ronda de inversión de 150.000 euros con una buena gráfica de resultados y con protocolos ya fijados que les dan una operatividad mayor. Al final, Daniel Ibiza ha puesto todo su empeño y trabajo en dar forma a una necesidad sobrevenida de una circunstancia personal: la enfermedad de su madre que le obligó a buscar ayuda para su cuidado.