Benidorm preadjudica a Gestaser la ampliación del pabellón Raúl Mesa

BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha propuesto a Gestaser Obras y Servicios SL para la adjudicación el contrato de obra para la ampliación y de mejora de la accesibilidad universal del pabellón Raúl Mesa. La licitación salió con un presupuesto base de 900.374,81 euros en la última convocatoria, después de haber subido el precio que se anunicó hace un año, de 570.000 euros. El plazo previsto para la ejecución de los trabajos es de seis meses, por lo que podría estar listo para el 2023.

A la convocatoria para la adjudicacón del contrato se presentaron tres ofertas, la mencionada y dos más: JPC Urbanismo SL y la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Promed y Urbana (tal y como figura en la documentación a la que ha tenido acceso este diario). Durante el proceso se excluyó la propuesta enviada por Urgacen Viena 25 SL por no cumplir con los requisitos.

Estos trabajos servirán para mejorar estas instalaciones, que tienen una antigüedad de 35 años y presenta algunos problemas de humedades y carencias propios de los años que tiene el recinto. 

Entre otras cuestiones, la actuación consistirá en la reparación de la cubierta para solventar los problemas de humedades. Igualmente se eliminará el sistema de canalones de evacuación de aguas, que también tiene desperfectos, para actualizarlos y renovarlos. se Además, se ampliará el pabellón hacia el lateral Este, situado junto al acceso principal, construyendo una nueva gradería para los espectadores. Debajo de la nueva grada se ubicarán nuevos vestuarios y aseos que permitan la accesibilidad universal, según informó el Consistorio en su momento.

Con todos estos trabajos, los técnicos municipales prevén que se pueda alargar unos 25 años la vida útil del pabellón, que está ubicado en la ciudad deportiva Guillermo Amor de Foietes.

Como se decía, el proyecto se anunció hace un año con casi la mitad de presupuesto y pidiendo una subvención de 300.000 euros a la Diputación de Alicante. Sin embrargo, la licitación en su primera convocatoria quedó desierta, y se tuvo que incrementar el precio, según explicó el gobierno local en su momento, por el aumento de precios que se derivó tras la invasión de Rusia a Ucrania.