VALÈNCIA. Entusiasmo en el sector inmobiliario. No solo por el buen momento que vive el mercado, sino por la asistencia que recibía la feria Inmobiliaria del Mediterráneo Urbe que abría sus puertas al público este viernes. La sorpresa fue mayúscula. Antes de levantar la persiana a las 11 de la mañana ya había colas a sus puertas. "Está siendo impresionante", comentaba uno de los promotores presentes en el recinto. Los vientos a favor del sector han tenido su reflejo en la primera jornada del certamen que permanecerá abierto hasta este domingo.
Esta nueva edición cuenta con 50 expositores y la mayor oferta de producto en los últimos años: más de 5.000 viviendas distribuidas por el área metropolitana de Valencia, aunque no falta la oferta en costa, especialmente en la alicantina. De hecho, la superficie expositora se ha ampliado este año un 20%. La oferta de viviendas se orienta actualmente hacia la sostenibilidad y la eficiencia, con mejores estándares en confort, cualidades acústicas y térmicas, con un consumo casi nulo.
Para el presidente del certamen, Juan Valero, el arranque de esta primera jornada ha sido "espectacular". "Estamos todos muy contentos porque la feria ha recibido muchísima afluencia. Antes de abrir había colas y ya se han cerrado operaciones de ventas", destacaba en declaraciones con este diario. "Parece que hayamos vuelto a la normalidad y hayamos recuperado fuerza", recalcaba.
La dimensión de los expositores y el trabajo de estos días por lograr un certamen atractivo para el público conseguía el efecto deseado. "Esto no es casualidad. Ha habido mucho trabajo detrás para conseguir stands más vistosos y espectaculares y al final se ha visto recompensado con la afluencia de público que vienen muy receptivo", comentaba.
Había muchas caras nuevas que hacían su presentación 'en sociedad. Este era el caso de grandes compañías como Via Célere, Inmoglacial, que acude con 6 promociones en Valencia y una en Altea con un total de 397 viviendas, o la Sareb que lleva cuatro proyectos en marcha: dos en Valencia, una en Torrent (Valencia) y una cuarta en El Campello (Alicante). Precisamente un día antes anunciaba que duplicará en los próximos años su inversión total en la Comunitat Valenciana hasta los 236 millones de euros tras el lanzamiento de Árqura Homes junto al fondo Värde Partners que ostentará una participación del 10%.
Otras firmas nacionales como Metrovacesa, Neinor, Aedas o Quabit demostraban su gran despliegue en Valencia con varias promociones en marcha. Y es que la irrupción de grandes compañías en la provincia se ha visto fortalecida en los últimos años consecuencia del dinamismo inmobiliario valenciano y por el stock de suelo que compraron y tenían parado tras la crisis. También AQ Acentor presentaba en la feria su macroproyecto urbanístico en el PAI Fuente San Luis, ubicado entre el Hospital La Fe de València, la V-30 y la V-31, un complejo formado por nueve torres con 1.300 viviendas que ya ha comenzado a construir.
También exhibieron músculos viejos conocidos como Olivares Consultores, Ficsa, Urvitra, Firmus, Habitat, Domio o Avanza Urbana. El cooperativismo de viviendas también encontraba un hueco en el recinto ferial con la presencia de Prygesa, la gestora de cooperativas madrileña que se adjudicó una de las primeras parcelas que la sociedad Valencia Parque Central sacó a subasta donde promueve un complejo residencial formado por 93 vivienda.
La secretaria general de Vivienda del Ministerio de Fomento, la valenciana Helena Beunza destacaba la consolidación y fuerza de un certamen, reflejo del buen momento del mercado inmobiliario con aumento de las transacciones y número de trabajadores.