VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad que dirige Carmen Montón se encuentra ultimando la licitación de dos lotes por un total de 10 millones de euros correspondientes al empaquetado de fármacos y a la distribución de los mismos en el marco de un proyecto innovador destinado a la preparación de la medicación y reparto semanal que los cerca de 28.000 usuarios de las residencias de la tercera edad de la Comunitat Valenciana deben consumir.
El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya se encargó de anunciar en el Debate de Política General "la creación de un centro logístico pionero en Europa" en materia de prestación farmacéutica. La implantación de este ambicioso proyecto de carácter sanitario y tecnológico, con el cual la conselleria planea un ahorro de 13 millones de euros anuales, debe producirse de forma escalonada con el objetivo de que a finales del próximo ejercicio la totalidad de los usuarios de las residencias estén cubiertos con este sistema.
El método empleado no ha sido aplicado todavía en Europa a la escala que pretende el Gobierno valenciano. En este sentido, desde la conselleria sí se han estudiado modelos similares en Italia que, no obstante, solo ofrecen cobertura a unas seis mil camas. En este caso, será la primera vez que un proyecto de estas características -en el que según fuentes del sector ya se han interesado varias multinacionales- abarque un número tan amplio de usuarios. Un aliciente más para las posibles empresas interesadas dado que, de impulsar un modelo exitoso, podrían extenderlo a otras autonomías o países.
En cuanto al sistema, el proceso de elaboración será 100% automático desde que la medicación se introduce en el sistema. De esta manera, los medicamentos son reenvasados -en su propio envase original- por lo que se mantiene la caducidad y garantía del fabricante. Así, cada residente tendrá asignado un código a través del cual se procederá a la elaboración de su 'pack' individualizado de medicación semanal. Unos tratamientos que estarán prescritos, previa dispensación, y que serán validados por farmacéuticos especialistas. En este sentido, para el proyecto se estima que se producirán 106 contratos dentro del sistema público, la mayoría de ellos para farmacéuticos.
El cógido bidimensional en la tarjeta de agrupación permitirá identificar al paciente a quien va dirigido el paquete diario de medicamentos reenvasados a través de una pulsera. Además, este sistema permitirá también identificar el medicamento y verificar que se trata del fármaco y dosis correctos. De la misma manera, esta metodología permitirá conocer toda la información del fármaco envasado (fecha de caducidad, lote, a quién se ha dispensado...) además de poseer la trazabilidad inversa de encontrar un producto afectado por algún hipotético problema, dónde se encuentra la medicación o a quién se ha administrado.
Para la implantación del centro desde donde funcione este sistema se estiman necesarios entre 5.000 y 6.000 metros cuadrados de extensión. Las fuentes consultadas por este diario no concretaron la localización del mismo, si bien todo apunta a una ubicación con buenas conexiones próxima al área metropolitana de València. Sobre esto, las previsiones apuntan a que habrá unos 70 puntos diarios de entrega para dar servicio a 330 residencias en varias rutas de envío paralelas.
Al margen de lo innovador del proyecto, algo por lo que puede resultar atractivo para empresas potentes, desde la Conselleria de Sanidad ponen el acento en que el sistema "mejora la calidad y equidad en la atención". En primer lugar, porque se evitará el copago (1,4 millones de euros) por parte de los usuarios puesto que la compra de medicamentos se hará vía farmacia hospitalaria. Además, las fuentes consultadas por este diario señalan que con este sistema se garantiza que todas las personas residentes "recibirán la misma atención farmacéutica y en las mismas condiciones, así como el medicamento más adecuado a su situación clínica".